Huixtla.-Los Centros Estatal de Reinserción Social para Sentenciados, de los municipios de Acapetahua y Huixtla, con el paso del tiempo se convirtieron en la pesadilla para habitantes de alrededor de estos inmuebles que siempre tuvieron sobrepoblación, y que registraba escándalos en el interior ante posible amenazas de intentar fugas masivas tal como sucedió en esta ciudad de la piedra.
Durante un recorrido realizado por el equipo de Diario del Sur, en estos dos reclusorios que son controlados por la secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPyPC), a través del Grupo Lobo, que es el que se encarga de realizar los traslados en las cárceles del estado de Chiapas, y que en el caso del CERSS 09 de Acapetahua, se encuentra inhabilitado desde hace tres años, según fue confirmado por personal del Sistema Estatal de Protección Civil.
Fuentes oficiales cercanas a esta dependencia de la Secretaría de Seguridad Pública, dieron a conocer que este reclusorio comenzó sus operaciones desde 1994 y tenía reclusos que provenían desde los municipios de Pijijiapan, Mapastepec, Acacoyagua y Acapetahua y en ocasiones de otras localidades cuando se trataba de traslados, y fue construido para una capacidad de 70 reclusos, pero posteriormente aumentaba hasta 200 personas acusadas por delitos del orden común dentro de los más graves que era homicidio, secuestro y abigeato.
Se trata de un reclusorio con cuatro módulos y la cárcel preventiva, mismo que en 1998 con la construcción de la unidad habitacional Nuevo Milenio quedó en medio de la población que comenzó a vivir con el miedo a que registrara alguna fuga masiva.
Fue tras los sismos que se registraron en la costa chiapaneca en los años 2014 y 2017, que el edificio presentó grietas en las paredes de los módulos y tras el reporte emitido a Protección Civil del Gobierno del Estado determinaron que ya no era apto para que en el interior del reclusorio hubieran personas debido al alto riesgo que representaba.
“Una noche estábamos descansando cuando arribó un grupo de policías estatales con varias unidades y se encargaron de sacar a todos los presos y los trasladaron a otras ciudades fue un operativo que no tardó quizás ni dos horas y este reclusorio fue vaciado”, dijo uno de los vecinos.
Cabe hacer mención que el inmueble se está deteriorando cada día, y a pesar que hay personal de seguridad al parecer están desmantelando el equipo de climatización y es el Grupo Lobo que tiene a cargo la seguridad no permite el acceso a ningún civil.
Por otro lado, en Huixtla, el reclusorio 07, según comenzó sus funciones desde hace 70 años y con el transcurso del tiempo este también ha quedado ya dentro de la zona urbana sobre lo que es la avenida Miguel Alemán sur, y que ya comprende lo que es el barrio San José, vecinos del lugar ya de la tercera edad informaron que este centro penitenciario ha registrado tres fugas masivas dejando entre estas a un recluso sin vida tras recibir impacto de bala por los mismos guardias de seguridad.
Los vecinos que pidieron omitir sus nombres informaron que durante la fuga que se registraba tenían que cerrar sus casas ya que los reclusos buscaban donde refugiarse tal y como sucedió en 1994 y es por eso que siempre han venido pidiendo la reubicación, pero nunca han tenido respuesta positiva.
Otros de los puntos que representa este reclusorio es que desde hace más de quince años mantienen prácticamente invadida parte del paso vehicular del boulevard ya que tienen una malla tipo ciclón y por ello automovilistas han tenido que estar circulando en doble sentido.
Otra de las situaciones que suceden en este reclusorio, es que cuenta con cuatro módulos con capacidad para 60 reclusos, pero en realidad ha llegado a albergar hasta 160 personas, con lo que se ha demostrado que está sobrepoblado. Cabe comentar que la cárcel se encuentra junto a los terrenos donde se realiza la tradicional Feria comercial, artística y ganadera de Huixtla cada 20 de febrero. Cuando se lleva a cabo, los reclusos tratan de ubicarse en la pared cercana a estos terrenos, por lo que se genera cierta incertidumbre y temor de los asistentes a la muestra.