Ante la alerta emitida por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria por la presencia del gusano barrenador en Guatemala, se intensificó la vigilancia en el rastro de Tapachula para evitar el ganado contaminado.
Y es que el primer caso detectado en Guatemala fue en el departamento de Izabal, ubicado a unos 550 kilómetros de la frontera con México, sin embargo, el riesgo es latente ante el ingreso de ganado de contrabando a territorio chiapaneco.
El director general del rastro regional de Tapachula, Jorge Ortiz Arévalo, dio a conocer que existe una colaboración estrecha con las autoridades, a efecto de garantizar el proceso de calidad e higiene en el sacrificio de ganado bovino.
Dijo que para tranquilidad de los consumidores, cada tablajero que sacrifica su ganado en el rastro de Tapachula, recibe un certificado de calidad que exhibe en su local, el cual tiene vigencia de un día y se le entrega un nuevo certificado cada vez que realiza el sacrificio de sus animales.
“Siempre hemos colaborado y facilitado el acceso a las instalaciones del rastro regional de Tapachula, cuando la autoridad lo requiera, porque estamos comprometidos a mejorar continuamente nuestros procesos en el sacrificio del ganado, cumpliendo con todas las normas vigentes para garantizar la sanidad y sobre todo confirmar la procedencia lícita del ganado que se sacrifica”, abundó.
Indicó que, en el tema sanitario, frecuentemente se tiene la visita de personal de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarias (COFEPRIS), quienes han emitido algunas recomendaciones menores, las cuales se han subsanado en tiempo y forma.
Al cuestionarlo sobre la procedencia del ganado que se sacrifica en este rastro, puntualizó que se verifican los documentos de cada animal y en caso de tener alguna duda, se solicita la colaboración de las autoridades competentes, “porque son ellos quienes determinan la procedencia legal o ilegal de los semovientes”.