El icónico Monumento de la Coyota, un emblema de nuestra ciudad, continúa en un estado de abandono que se agrava con el paso del tiempo. Lo que una vez fue un símbolo de orgullo ahora se desmorona lentamente, convirtiéndose en un refugio improvisado para personas en situación de calle.
Miguel, uno de los muchos que utilizan el monumento como hogar, ha empezado a cubrirse con materiales reciclados para protegerse de la lluvia. "Cada día es un reto," comenta Miguel. "Trato de tapar lo que puedo para no mojarme, pero no es suficiente."
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La situación del monumento de la Coyota refleja la falta de mantenimiento y atención por parte de las autoridades, quienes no han tomado medidas para preservar este patrimonio. Mientras tanto, el monumento no solo pierde su valor histórico y cultural, sino que también evidencia una problemática social urgente que requiere atención.
