Río Coatán, amenazado por la actividad humana 

Los problemas que impactan gravemente a esta cuenca son la deforestación y erosión del suelo a causa de los asentamientos y actividad humana

Marvin Bautista / Diario del Sur

  · lunes 10 de junio de 2024

La cuenca es usada para la generación de energía eléctrica y para abastecer de vital líquido a la población/Foto: Manuel Núñez / Diario del Sur

El río Coatán, está ubicado en la cuenca transfronteriza compartida entre México y Guatemala en la vertiente del Océano Pacífico, cuyo afluente genera diversos beneficios a las poblaciones de ambos países.

La cuenca en su totalidad posee una extensión de 73 mil 909 hectáreas, de las cuales 37 por ciento se ubica en territorio guatemalteco (273 km2) y el 63 por ciento restante equivalente a 459 km2, en México, es la más pequeña de las seis cuencas que comparten ambas naciones.

Te puede interesar: A punto de colapsar puente en la colonia Reforma



La cuenca se extiende en parte de los municipios de Mazatán, Tapachula, Cacahoatán y Motozintla en Chiapas y en las municipalidades de Tacaná, Sivinal, Tectitán, San José Ojetenam, Eixchiguan, pertenecientes a los departamentos de San Marcos y Huehuetenango en Guatemala.

Este afluente tiene una fuerte inclinación, ya que su altura sobre el nivel del mar oscila entre los 0 y 4 mil 100 metros en menos de 100 kilómetros, caminando en el volcán Tacaná.

VACÍOS EN LA LEGISLACIÓN DEL AFLUENTE


De acuerdo con el investigador del Centro de Investigaciones con Visión para Mesoamérica, Vicente Castro Castro, a pesar de la existencia de la Comisión Internacional de Límites y Aguas México-Guatemala (CILA), que data de 1961, en donde se estipulan los estudios en ríos internacionales, el aprovechamiento de las aguas, la prevención de inundaciones, las obras en los cauces internacionales y las fronteras fluviales, ambos países carecen de la legislación que de manera explícita, aborde acciones en esta cuenca transfronteriza.

Dijo que este vacío legislativo genera falta de coordinación de acciones binacionales orientadas a garantizar la conectividad hidrosocial, en una cuenca particularmente desafiante en virtud de las condiciones prevalecientes a ambos lados de la frontera.



PRINCIPALES USOS DE LA CUENCA


La cuenca del río Coatán es trascendental en la actividad productiva y social en los municipios que recorre, que desde hace años aprovechan sus escurrimientos para la generación de energía eléctrica y surtir del vital líquido a la población, principalmente a Tapachula.

La Central Hidroeléctrica José Cecilio del Valle, es una pequeña presa ubicada sobre el cauce de este afluente, que se abastece por canales instalados sobre él. Es operada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), desde el 16 de abril de 1967 con una capacidad de embalse de 143 mil m³ y con una potencia de generación de energía de 21 megawatts.

Asimismo, esta cuenca es usada con autorización de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para abastecer de agua a Tapachula, cuya red es operada por el Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Tapachula (Coapatap) quien indica que el vital líquido no proviene directamente del cauce del río, sino de la presa Cecilio del Valle, cuya capacidad es de mil l/s.

LAS PRINCIPALES AMENAZAS


Castro Castro, afirma que los problemas que impactan gravemente a esta cuenca son la deforestación y erosión del suelo a causa de los asentamientos y actividad humana.

Sostuvo que de acuerdo con un estudio realizado en los recientes años, las principales consecuencias del cambio climático en las tierras altas de ésta cuenca han generado un aumento de la temperatura, incremento de la evapotranspiración, lo que ha provocado un estrés sobre los recursos hídricos, causando una disminución en la corriente del afluente en los últimos años.

"La deforestación y la sobrepoblación de los recursos naturales, la degradación de los suelos y la alta densidad poblacional afectan las zonas de recarga hídrica, incrementan la vulnerabilidad de los ecosistemas y de las personas que se encuentran sobre esta cuenca", abundó.

GRAVE SAQUEO DE MATERIAL PÉTREO


Ante la falta de vigilancia de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), se ha agravado el saqueo de material pétreo en la cuenca del río Coatán.

A la altura del puente del río Coatán, en el Libramiento sur de Tapachula operan dos trituradas que explotan de manera grave el cause el afluente, donde decenas de camiones pesados salen todos los días cargados con piedra o arena.

El presidente de la asociación Nueva Generación Vinculación Social, Alfredo de la Cruz, expresó que la extracción de material pétro, no es vigilado, ni regulado por las autoridades ambientales.

Enfatizó que urge frenar o regular la extracción de material pétreo del lecho del río, ya que de no hacerlo pone en peligro los ecosistemas y generan un desequilibrio en el medio ambiente.

"Muchas de las empresas que extraen material pétreo en el río no cuentan con la autorización, pero lamentablemente la autoridad no vigila ni inspecciona a quienes trabajan bajo la ilegalidad", acotó.


ASENTAMIENTOS HUMANOS EN ZONAS DE ALTO RIESGO


Otra de las problemáticas que enfrenta la cuenca del río Coatán, es la invasión de sus riberas con asentamiento humano, donde autoridades de Protección Civil reconocen que más de 50 colonias están asentadas en zonas de alto de riesgo en este afluente.

Benjamín López Martínez, dictaminador de riesgos y presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, remarcó que de acuerdo a la Ley Nacional y Estatal de Protección Civil, así como la Ley de Aguas Nacionales no se puede realizar construcción en los márgenes de ríos y en zonas consideradas de riesgo, sin embargo, en Tapachula y en otros municipios no se cumple.

Subrayó que la ley estipula que no puede hacerse edificaciones a una distancia menor de 50 metros de la ribera del río, laderas o montañas, ya que debe quedar una avenida para el paso de los afluentes, sin embargo, en en río Coatán esto no se cumple, pese a los antecedentes de afectaciones, como el caso del huracán Stan.

El especialista menciona que la Secretaría de Desarrollo Urbano Municipal debe impedir que se realicen construcciones en las márgenes de los afluentes, sin embargo, se construye incumpliendo los lineamientos bajo su propio riesgo.

"Las autoridades deben intervenir, pero a veces hacer entender a la gente que se asienta a la ribera de los ríos es muy difícil, además de que la demanda de espacios para la construcción de viviendas es muy grande, por ello muchos a pesar del riesgo deciden asentarse a orillas de los afluentes", acotó.