A pesar del anuncio del presidente, Manuel López Obrador, de reforzar la seguridad en la frontera sur de México con Guatemala, esto aún no ha ocurrido lo que permite que cientos de migrantes ingresen a territorio nacional diariamente a través del afluente cuyas aguas recientemente cobraron la vida de dos personas, padre e hijo.
En los pasos informales conocidos como El Coyote, Limón, Los Rojos, Palenque, Armadillo, Cascajo, Lipa 1 y Lipa 2, la presencia militar es casi nula., estos sitios se localizan en el municipio de Suchiate que limita con Tecún Úman, Guatemala, y en los que no hay autoridad que aplique la ley migratoria por lo que es fácil ingresar a México desde ahí.
En el único paso que se puede observar presencia de la Guardia Nacional y elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) es en “El Coyote”, sin embargo, no hacen recorridos por la rivera del río.
Esta misma situación se puede observar en el puerto fronterizo de Talismán, en municipio de Tuxtla Chico, en donde en los últimos días perdieron la vida dos personas padre e hijo de nacionalidad salvadoreña, el pequeño de 7 años se cayó de la improvisada garrucha con la que cruzaban el río, tras él fue su padre, ninguno de los dos salió con vida.
La frontera entre México y Guatemala sigue tal como se ha mantenido por años, pues la presencia de los elementos federales únicamente se pueden observar durante unos días haciendo recorridos cuando lo anuncia el gobierno federal, luego de cuando mucho, unas semanas, olvidan los recorridos tal como ahora cuya presencia es practicamente nula.
La falta de vigilancia es aprovechada por los cientos de extranjeros que ingresan de manera irregular por la frontera sur de México a los municipios fronterizos, luego avanzan y se concentran principalmente en Tapachula, donde según activistas, en este momento hay un promedio de 30 mil migrantes de diferentes nacionalidades.
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Defensores de los derechos humanos de migrantes han dado a conocer que alrededor de 400 a 500 personas ingresan diariamente de manera irregular, por otro lado, los conocidos como Balseros platicaron para Diario del Sur, que los agentes de migración y la Guardia Nacional ya no bajan a la orilla del río, pues únicamente se mantienen en el conocido como paso de “El Coyote”.
Señalaron que los agentes federales dejan el flujo libre a los migrantes, ya que si los detienen deben hacer todo un papeleo según les indica la ley además de considerar los protocolo de la atención que se le tiene que dar a los extranjeros que ingresan de manera ilegal al país.
“Que los detengan allá adelante”, es lo que les dicen los agentes de migración a los balseros que a diario como una forma de subsistencia, en sus improvisadas balsas hechas de cámaras de llanta y tablones, transportan mercancía y personas de un país a otro ante los ojos ciegos de las autoridades.