Autoridades de Protección Civil mantienen un monitoreo y vigilancia permanente sobre el río Texcuyuapan, considerado como foco rojo ante las lluvias intensas que se han registrado debido a la Tormenta Tropical Agatha.
Y es que este afluente cada temporada de lluvias representa una bomba de tiempo para 54 colonias del nororiente y suroriente asentadas en los 14 kilómetros de recorrido por estas zonas de la ciudad.
A pesar de ser una zona de alto riesgo, cientos de familias han construido sus viviendas a escasos dos o tres metros de distancia del cause del río, lo que aumenta el peligro de sufrir inundaciones ante las crecidas repentinas del río.
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Las 54 colonias están en zona de alto riesgo, por lo que las autoridades han construido muros de contención en varias partes del afluente, sin embargo, estas medidas poco han servicio para minimizar la fuerza de las corrientes del río.
Las últimas afectaciones se registraron en septiembre de 2019, en donde decenas de familias de 25 colonias de Tapachula sufrieron la perdida de enseres domésticos, ropa, equipos electrónicos y electrodomésticos, a causa del crecimiento de las corrientes de más de 3 metros de altura.
Y en julio de 2021, donde las fuertes lluvias provocaron el colapso de dos viviendas en la colonia San Miguel, ubicada al oriente de la ciudad, las cuales habían sido dictaminadas de manera anticipada de alto riesgo.
Fernanda Roblero, vive en la colonia Doroteo Arango en las márgenes del río Texcuyuapan, afirmó que hay temor que el afluente pueda desbordarse ante las fuertes lluvias que registran en los recientes días.
Recordó que hace 3 años sufrieron afectaciones tras el desbordamiento del río y perdieron enseres domésticos, pero a pesar del riesgo siguen viviendo en esta zona, al no tener otra opción a dónde irse.
"Hay temor que el río vaya a salirse y nos pueda afectar, pero no tenemos a donde ir porque somos de escasos recursos y pues no tenemos dinero para comprar otro terreno en otro lugar", abundó.
Indicó hace tiempo solicitaron la construcción de un muro de contención para evitar que el río siga ganando terreno, pero desafortunadamente no han encontrado respuesta de las autoridades.
Por su parte, Josué Velázquez, habitante de la colonia Francisco Villa, indicó que el riesgo para las familias es latente, por lo que con las fuertes lluvias solo se encomiendan a Dios para evitar afectaciones.
Señaló que algunos vecinos con sus propios esfuerzos y recursos han tratado de construir algunas barricadas con costales de escombros, sin embargo, están conscientes de que esto no podrá contener la fuerza de las corrientes del río.
"La verdad nosotros vivimos con miedo porque en esta época de lluvias en cualquier momento el río puede tener una crecida y nuevamente puede afectar nuestras viviendas, pedimos a las autoridades que nos ayuden, ya que han pasado administraciones y seguimos olvidados", sostuvo.
Puntualizó que no es necedad de seguir viviendo en este lugar, sino que no tienen a dónde ir, y han corrido el riesgo se seguir habitando sus casas aunque estén en peligro.