El robo de celulares a transeúntes se ha vuelto constante, por lo que la mayoría de ellos terminan en talleres de reparación donde son desbloqueados para luego sin problema alguno venderlos a bajo costo en esos mismos lugares o en redes sociales como teléfonos de segunda, sin importar el verdadero costo del móvil.
En Tapachula hay bandas dedicadas a este tipo de robos. Uno de los integrantes de una de estas conocido con el mote de “El Fajecito”, señaló en exclusiva que su zona de operar es el primer cuadro de la ciudad, ya que sus víctimas principalmente son extranjeros que deambulan utilizando el móvil, por lo que es fácil arrebatarles el teléfono, para luego correr por la calle, para lo cual ya que tiene rutas establecidas entre callejones.
“Mira te voy a ser muy sincero yo soy fino para robar por lo que busco rápido que sean de las marcas Samsung, LG o IPhone ya que de volada me los agarran en Plaza Las Chácharas cerca del parque Miguel Hidalgo o en la Plaza de la Tecnología. No me dan mucho, pero unos mil pesos caen si son de reciente modelo y si son atrasados unos 800. Ahí los desbloquean con programas especiales y en una hora te lo dejan limpio sin problema alguno, por eso cuando vas preguntan si tienen celulares de segunda ellos los dan más baratos” puntualizó.
Ministerios públicos indicaron que por lo menos reciben a diario unos 15 registros de atención de este tipo que no evolucionan a hacerse una carpeta de investigación derivado a que la gente no tiene la cultura de seguir un proceso jurídico por considerarlo tedioso al ver que las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) están de extremo a extremo de la ciudad, hay que volver otra vez, si hay testigos también hay que llevarlos a declarar y debiendo presentar la factura del teléfono robado.
Uno de los que se dedican a reparar celulares y a desbloquearlos, dijo que ellos como establecimiento no pueden solicitar documentos de los teléfonos, pues al final si son o no robados no es su culpa, para ellos el cliente es quien se los lleva, considerando que algunos de los que llevan son olvidados por borrachos en los antros y otros son llevados por quienes en efecto se dedican a robar lo ajeno.
“No podemos andar pidiendo papeles de todos los artículos que nos llevan. Y en efecto lo que más hacemos es el desbloqueo que nos genera mucha ganancia y por cada celular se cobra desde los 800 hasta los 4 mil pesos si son equipos de alta gama. Nosotros en una hora te lo arreglamos y no pasa nada” afirmó.
Para muchos se ha vuelto común adquirir equipos de dudosa procedencia, ya que a la mayoría sólo les cambian las carátulas o le ponen otros adornos para que no sean reconocidos por sus antiguos dueños, por lo que un celular robado o perdido es rápidamente puesto en uso.
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Hasta el momento las autoridades de los tres órdenes de gobierno no han hecho operativos sorpresa en este tipo de establecimientos en donde podrían encontrar muchas piezas robadas y con ello hacer bastantes detenciones, pero hasta ellos mismos han caído en la zona de confort.
Por otro lado, según los ladrones de móviles comentan que robar un celular es como "quitarle un dulce a un niño", siendo otro grupo de víctimas las personas de la tercera edad.
De acuerdo a los roba celulares esta actividad es una mina de oro continúa pues no tienen temor de que alguien los detenga, ya que las víctimas no siguen el proceso completo para que se eleve a una denuncia formal.
Muchos establecimientos que operan de manera clandestina hasta han dejado sin cámaras de video vigilancia sus negocios para ayudar a los delincuentes a evitar que los aseguren.
Finalmente, se espera que las autoridades busquen estrategias no solo para desarticular las bandas de roba celulares, sino que se legalice el que no se permita lucrar con los desbloqueos de éstos equipos y su venta.
TÓMELO EN CUENTA
- Teléfonos de marcas reconocidas incluso de reciente modelo son pagados a los roba celulares en mil pesos
- Se ha vuelto común adquirir equipos de dudosa procedencia, aunque nadie garantiza su buen funcionamiento
- El no denunciar y no dar seguimiento al hecho permite no vincular a proceso a quienes se dedican a robar móviles