Durante los primeros seis meses del año 2024 se han vuelto constantes los robos simples, un delito contra el patrimonio, consistente en apoderarse de bienes ajenos y el llamado robo famélico, que es la sustracción de productos de primera necesidad por un individuo, sin que en ambos casos se utilice la violencia física, ya que solo buscan satisfacer necesidades personales o familiares, ocurriendo principalmente en supermercados.
Son los policías municipales quienes en general atienden este tipo de actos delictivos conocidos también como “robos hormiga”, e indican que en su mayoría son cometidos por personas de escasos recursos que ingresan a tiendas de ropa, supermercados o autoservicios en búsqueda de productos de primera necesidad como vestido, jabones, artículos de tocador, pan, pollo, frutas y verduras, siendo descubiertos por personal de seguridad privada tras esconderlos entre sus ropas o buscar salir del establecimiento echándose a correr.
“Nosotros llegamos al lugar en donde según suceden los hechos, llámese tienda departamental, autoservicio o supermercado, en donde nos señalan que los individuos en su mayoría mujeres, han agarrado productos sin poder pagarlos. Los también llamados farderos indican que lo hicieron por necesidad al no tener un trabajo, hogar o por el tema de algún familiar que esté enfermo. Procedemos a solicitar el apoyo de una policía femenil para no violentar sus derechos y luego son llevados ante el ministerio público en turno quien decide al final. Asimismo procedemos a levantar lo supuestamente robado, siendo la parte afectada quien en este caso manda a su jurídico para ver cuál es el posible convenio”, afirmó.
Dijo que los imputados son llevado ante el fiscal del Ministerio Público que verifica que el monto del robo la mayoría de las ocasiones no excede los 300 pesos, por lo cual la empresa agraviada les pide pagar supuestamente por aplicarles un castigo, el famoso 3 a 1, que consiste en pagar el triple del costo de la mercancía sin dársela, para poder retirar los cargos.
“Aquí los recibimos, pero son montos muy pequeños. Ellos exponen que lo hicieron porque no tenían nada para comer, que efectivamente están conscientes de que no hay trabajo, algunos por su condición. La mayoría de los agraviados retiran cargos y lo máximo que podría hacerse es trasladarlos a la base de Seguridad Pública Municipal y permanecer 48 horas encerrados para después obtener su libertad inmediata”, cita el agente policiaco.
De acuerdo con cifras proporcionadas por agentes ministeriales, por cada 10 atracos diarios 4 son referente este tipo de robos famélicos o simples, con la conducta típica de efectuarse sin violencia y siempre justificados por quien los comete por una supuesta buena causa, por lo que las mismas autoridades del estado, los consideran como delitos no graves.
Ante la situación, los mismos imputados han ido corriendo la voz y al verse desesperados deciden intentarlo, sabedores que legalmente no pueden ser procesados, por lo que cometer este tipo hurto se vuelve muy común para ellos.
Otro fiscal del Ministerio Público, adscrito a la Fiscalía General del Estado (FGE) comentó fuera de cámaras que él mismo ha querido pagar la cantidad en efectivo para no buscar perjudicar a quien comete este tipo de robos, porque se trata de personas vulnerables, que aceptan cometer el acto negativo o ilícito, por hambre o porque su necesidad es mayor e incluso han sufrido de discriminación.
Los supermercados en su mayoría tienen cámaras de video vigilancia instaladas para monitorear las 24 horas, además de guardias de seguridad en entradas y salidas, más el personal que realizan recorridos en todo el establecimiento, por lo que es difícil que alguien se les escape, pero muchos de los empleados también lo piensan en denunciar, ya que es tedioso hacer todo el trámite correspondiente para el aseguramiento, además que también ya saben que no va a pasar a mayores.
¿QUÉ SE ROBAN MAYORMENTE?
Los artículos que más se sustraen son snacks (galletas, cacahuates), alimentos empaquetados (pollo o carne), botes de leche o café, artículos de tocador (desodorante, shampoo, jabón) y prendas de vestir.