Como cada año y desde pequeños fuimos acostumbrados por nuestros padres a comprar la ropa para las cenas de Nochebuena y Año Nuevo en señal de festejar con nuestras mejores prendas, ya fuera el Nacimiento del Niño Jesús o darle la bienvenida a los siguientes 365 días que marcarán nuestra existencia como personas.
Desde hace varios años, en Tapachula existe la práctica de la compra de ropa de segunda mano, también llamadas de “saldo o de paca” como bien se le conoce entre las personas y que también es considerada como una generadora de ingresos para cientos de familias tapachultecas y centroamericanas que viven en la Perla del Soconusco, autoridades de la Secretaría de Salud advierten sobre los riesgos sanitarios que podría generar en la salud de quienes las compran.
A días de terminar el año 2019, las tiendas de ropa de segunda mano, americana, mexicana o “de paca” como se conocen popularmente, se han convertido en aliadas de muchas familias con dificultades económicas para estrenar una mudada en estas fechas de fiesta.
Según las autoridades sanitarias, mucha de esta ropa pudiera llegar no nada más de panteones de otro país, sino procedente de asilos, morgues y hospitales de Estados Unidos, por lo que muchas veces está contaminada por cientos de bacterias.
Al respecto, Luis Manuel Salgado Corsantes, director de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en el Soconusco, advirtió sobre los graves daños a la salud, sobre todo en la piel, generados por la insalubridad de la ropa proveniente de pacas que se comercializan a muy bajos precios en mercados, tianguis y puestos de la calle en la ciudad.
Asimismo, señala que con sólo probarse las prendas pueden contraerse enfermedades como tiña, sarna (escabiasis) y dermatitis de contacto, debido a que en su mayoría está sucia y puede traer piojos o ácaros, es por eso que lo más recomendable es evitar comprar estas prendas de dudosa procedencia o en caso de hacerlo, lavarla con cloro, esto aplica también en la ropa nueva.
Competencia desleal para el comercio establecido
Por su parte, José Elmer Aquiahuatl Herrera, presidente de la Asociación de Comerciantes Establecidos y Propietarios de Inmuebles de Tapachula (Acepitap) aseguró, que en el centro de la ciudad se ha detectado una gran apertura de negocios que se dedican a la venta de ropa de segunda mano o saldos, como bien se conoce entre las nuevas generaciones.
Al respecto, lo que podría ser considerado como una competencia desleal para muchas tiendas que venden ropa nueva, esto se ha convertido en una generadora de ingresos para docenas de familias tapachulteca y aunado a la situación económica que afecta a la llamada Perla del Soconusco, comercializar estas prendas de segunda mano es una opción para obtener dinero.
Asimismo, propietarios de comercios establecidos dedicados a la venta de ropa nueva lamentaron, que el paso de esta mercancía se haya convertido en una opción de ventas y que hoy en día afecta quienes pagan impuestos por cada prenda, como en el caso de ellos que pagan renta de locales, empleados a los que les brindan seguro social de trabajadores e impuestos ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Ciertamente este tipo de venta de ropa es un importante generador de ingresos para las familias que venden estas prendas, pero también es algo injusto para quienes deben cumplir con diversos pagos por ser cumplidores ante las leyes y éstas no se aplican contra la informalidad y el riesgo sanitario que representa la venta de ropa usada.
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Cabe señalar, que vendedores de ropa de paca en el mercado San Juan, confirmaron, que todos los martes de cada semana costales llenos de ropa de diversos tipos arriban a la ciudad de Tapachula, posteriormente ésta es ofrecida el día miércoles y es conocido como “el día que se abre paca”.
Ahí mismo en un recorrido se pudo confirmar que hay ropa que va desde los 10 o 15 pesos y otras llamadas seleccionada o de una mejor calidad (incluso algunas con etiqueta de la fábrica) llegan a valer hasta 150 pesos o más, ya que algunas son de marcas reconocidas, situación que también se puede observar entre los zapatos, zapatillas o tenis.
/BJ
Luis Manuel Salgado Corsantes, director de la Cofepris en el Soconusco. Foto: Adrián González | Diario del Sur