La iglesia católica en la frontera sur hizo un llamado enérgico al gobierno federal y estatal para atender el grave problema de violencia que enfrentan habitantes de los municipios de la Sierra de Chiapas, que en los últimos días se ha convertido en la zona de enfrentamientos de los carteles de la droga.
En un comunicado firmado por el obispo emérito de la Diócesis de Tapachula y arzobispo electo de León, Guanajuato, Jaime Calderón Calderón y 15 sacerdotes, lamentaron la actitud de indiferencia asumida por el presidente, Andres Manuel López Obrador y del gobernador, Rutilio Escandón Cadenas ante la ola de violencia.
Te puede interesar: Motozintla bajo toque de queda a partir de las 8 de la noche
Dijo que existe indiferencia y complicidad del gobierno federal y estatal al no querer reconocer la realidad que enfrentan las familias de la Sierra y ordenando al Ejército Mexicano y a la Guardia Nacional de no intervenir para proteger a la población.
Señaló que al rezago y la pobreza ancestral que han padecido en esta zona se suma el vivir secuestrados en sus comunidades, a pagar el derecho de piso al cártel que les corresponda según dónde vivan, ser obligados por turnos para estar en los retenes que impiden el libre tránsito, llamados filtros, con la advertencia de ser multados y agredidos si no cumplen con este deber impuesto.
"Lamentamos la presencia permanente de los cárteles de la droga que se disputan el territorio de la foranía Sierra, yendo y viniendo por todo el territorio ante la indiferencia y complicidad aparente de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano con la complacencia del gobierno federal", abundó.
Asimismo, a pagar a precios muy altos la escasa mercancía que se vende en los negocios que de sus ganancias deben sacar la cuota que les de derecho a mantener su trabajo.
Expuso que en últimas fechas, el 20 y 22 de julio, los pobladores fueron amedrentados, amenazados y obligados a participar como escudos humanos en los enfrentamientos de los cárteles de la droga.
Reconoció que es una situación desesperante y complicada, secuestrados en casa propia, obligados a hacer lo que no deben, con un profundo sentido de impotencia ante lo incomprensible de la situación que viven, en la que la gente de los cárteles que disponen a su antojo de la población.
Por el otro lado, lamentó la presencia de los destacamentos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano que no hacen nada por la población, aun cuando la que ven sufrir día a día.
Indico que no se puede negar que los cárteles controlan a las comunidades a través de personas de estas mismas, a los que, pagando un sueldo, han hecho olvidarse del sufrimiento y la muerte de sus propios hermanos.
"El argumento de la federación es el desconocimiento o que tiene una imagen distinta de la situación y dando ordenes al Ejército y la Guardia Nacional de presencia en el territorio, pero sin intervenir para proteger a la población, situación que ha cambiado la vida de nuestros hermanos de la Sierra", comentó
Mencionó que la pobreza y el abandono de décadas, unido a la ambición por el dinero fácil, ha sido el caldo de cultivo que está desembocando en esta situación de desesperación, sufrimiento y muerte lenta de hermanos de la foranía Sierra.