Debido al elevado registro y mayor densidad de chaquistes en diversas zonas de la capital chiapaneca, la Secretaría de Salud del estado, a través del Programa de Prevención y Control de las Arbovirosis, arrancará el operativo de fumigación contra ese mosquito, donde se cubrirán 520 colonias de Tuxtla Gutiérrez.
La dependencia estatal señaló que el chaquiste es común en los estados de Morelos, Chiapas, Guerrero e Hidalgo., la línea del trópico, sin embargo, las especies urbanas que se encuentran en las ciudades no transmiten enfermedades; aunque si la persona es alérgica, la lesión en la piel (roncha) se agranda, lo que provoca una molestia de tipo sanitaria y no un problema de salud pública.
Ante la demanda ciudadana, la Secretaría de Salud estatal iniciará este jueves la fumigación en 520 colonias de la ciudad, donde se cubrirán 9 mil 400 hectáreas, con una fuerza de tarea de 30 brigadistas, 15 vehículos, 11 máquinas pesadas y 2 mil 640 litros de insecticida.
Destacó que a pesar de que se aplique la fumigación, esta acción tiene que reforzarse con la participación activa de la población, al mantener sus patios, azoteas y entornos limpios, ya que así disminuirá más la densidad de los chaquistes, pues a estos mosquitos no se les puede mitigar mediante los mismos mecanismos de control que los vectores transmisores del dengue.
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Explicó que los ceratopogónidos, también conocidos como chaquistes, son una familia de moscos con dos alas con medidas de uno a cuatro milímetros de longitud; se les encuentra en hábitats acuáticos y semiacuáticos en todo el mundo; las hembras están adaptadas para chupar sangre de una gran cantidad de personas y su rango de actuación puede llegar a los 50 kilómetros desde el lugar donde emergió.
Las larvas son acuáticas y buscan lugares donde el agua corra, esté limpia y bien oxigenada; sus hábitos son diurnos, picando por el día y la tarde; se pueden encontrar debajo de la corteza de árboles, en madera podrida, composta, pasto, maleza, plantas ornamentales, basura, agujeros en árboles o en plantas acuáticas.
El chaquiste es una mosca pequeña que cuenta con un aparato bucal que simula un pico y pincha para alimentarse, lo que en realidad sería como una mordida modificada, pero su saliva, al ser anticoagulante después de chupar sangre, provoca que brote de una gotita de suero en el lugar de la picadura, lo que genera una roncha en la piel que causa una molesta comezón.
En la temporada de lluvias, la reproducción de este tipo de insectos se incrementa enormemente, ya que su microhábitat se genera con mayor facilidad, encontrando maleza crecida por todas partes, patios con hojas de árboles tiradas acumuladas y podridas, interiores de casas con basura acumulada, hogares con mucha cantidad de plantas ornamentales y, en general, lugares con materia orgánica en descomposición.
Se combatirá al dengue, chikungunya y zika
En ese sentido, la dependencia invitó a la población tuxtleca a participar de manera activa en las acciones de fumigación, por lo que se les pide abrir puertas y ventanas para dejar penetrar el insecticida, así como mantener patios, azoteas y entornos limpios y saludables, libres de cacharros.
Por ello dio inicio a la etapa de reforzamiento de la nebulización espacial o fumigación en las colonias de la zona sur-poniente de la capital chiapaneca, siendo el punto de partida el parque de la colonia Terán, donde se desplegó una fuerza de tarea de 30 brigadistas, 15 vehículos, 11 máquinas pesadas y dos termonebulizadoras.
La sustancia que se utiliza para la nebulización espacial está autorizada por la Organización Mundial de la Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios; este insecticida está avalado para utilizarse en áreas urbanas, ya que no es dañino para la salud de la población ni de las mascotas.
Cabe resaltar que para fortalecer esta intervención se necesita la corresponsabilidad de la población, toda vez que la ciudadanía también debe participar con la limpieza de patios, azoteas y entornos, pues ya empezó la época de lluvias, donde los recipientes o depósitos se llenan de agua y se vuelven un criadero potencial de moscos. Por ello, se recomienda lavar, tapar, voltear y tirar los cacharros.