Huixtla.- Incendios forestales ocasionados por cazadores furtivos de casquitos, en la zona de la reserva de la Biosfera de la Encrucijada, y personas dedicadas a construir palapas ha ocasionado que disminuyan los manglares a lo largo de casi 70 kilómetros dentro de los municipios de Mazatán, Huixtla, Acapetahua, Mapastepec y Pïjijiapan.
Lo anterior fue dado a conocer por personal que precisamente labora en las oficinas de la reserva de la Biosfera, instaladas en el municipio de Acapetahua, desde donde mantienen control y vigilancia de las áreas naturales de la Encrucijada, la cual cuenta con una cantidad de 144 mil 868 hectáreas, con casi 300 especies de aves residentes y migratorios, pero también dejaron en claro existe el interés de cuidar los manglares que han sido saqueados.
Apuntaron que han sido dentro de los municipios de Huixtla y Pijijiapan, donde más saqueo de varas de manglar se ha registrado puesto que quienes se dedican a cortarla la utilizan para construir palapas en playas zona turísticas y está apenado por el gobierno federal.
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Asimismo, señalaron que dentro de estas áreas naturales, hay varias especies de manglar; mangle rojo, blanco, madresal, negro, bicolor, de los que son el rojo y blanco los que son cortados para el uso arriba mencionado, y a través de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, con el apoyo de cuerpos policíacos, han logrado detener a personas que de manera ilegal saquean esta madera y las han turnado ante las autoridades correspondiente, puesto que toda la fauna y flora es protegida por el gobierno federal.
Asimismo, indicaron que durante la temporada de estiaje, se pierden hasta 20 hectáreas por quema dentro de estos terrenos federales, y de ello ha habido parte donde están los manglares, dejando en claro que también hay responsabilidad de la gente que corta estas varas y ciertamente sí vuelve a retoñar pero lleva un espacio de aproximadamente entre los 6 y 7 años para que vuelva a crecer.
Por otro lado, mencionaron que hasta el momento, no cuentan con reportes de posibles invasión en esta áreas, ya que los mismos habitantes cercanos a esta zona mantienen vigilancia para que no lleguen grupos de afuera, y además tienen monitoreo con las autoridades federales y con estas mismas oficinas de la Biosfera, localizadas en Acapetahua.