La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) confirmó la validez de la NOM 046 sobre aborto legal y víctimas de violación, en el que menores de edad pueden abortar sin permiso de sus padres, cuya determinación ha polarizado posturas de sectores sociales.
Por un lado, las iglesias sostienen que la vida es sagrada y el aborto es un crimen, mientras que organismos sociales y feministas defienden su legalización y el derecho de la mujer a decidir por motivos de violación y salud.
La NOM 046 aprobada por la SCJN avala la interrupción legal del embarazo a niñas de 12 a 17 años de edad, víctimas de violación, sin la necesidad de un proceso judicial ni del consentimiento de sus padres, sin que en ese procedimiento el personal de salud que participe este obligado a verificar lo dicho por la solicitante, con lo que se obliga a las instituciones a ofrecer esta atención como parte del derecho de los infantes al disfrute del más alto nivel posible de salud.
Entrevistada al respecto, Elsa Simón Ortega, fundadora de la organización Por la Superación de la Mujer consideró que una menor de 12 o 17 años, aun no tiene la capacidad jurídica para tomar este tipo de determinaciones y en ese sentido tiene que protegérsele.
Dijo que debe ser necesario cumplir con protocolos de semanas de gestación para no ponerla en riesgo, además de las denuncias para que se de la interrupción del embarazo para proteger a las niñas víctimas de violaciones e incluso sobre su propia vida.
Por su parte, Francisco Aranda Tinajero, dirigente del colectivo de niños “Escuadrón Mosquito”, señaló que ante la determinación de la SCJN no se puede ni se debería actuar a la ligera, en pro de una libertad sobre la decisión de un aborto, y poner en riesgo la salud.
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Detalló que es un tema delicado en el que se tendría que asegurar atención integral, de salud física y psicológica, afirmó que como dirigente social está en desacuerdo con los abortos, ya que fomentan relaciones sexuales irresponsables.
La otra parte es la postura de las iglesias, al respecto Gamaliel Fierro Martínez, presidente de la Asociación de Pastores Evangélicos de Tapachula, mostró su desaprobación no solo a la determinación de la SCJN en este caso con menores, sino al aborto en general, afirmó que no se puede atentar contra un ser viviente, ni truncar una vida, a pesar de lo difícil que es comprender lo que vivió una mujer violada.
Refirió que como padres de las menores hay responsabilidad que debería fundamentarse desde la educación y los valores, ya que una menor es responsabilidad de los padres que deben procurar cuidado y en este caso estar al pendiente de ella y de la nueva criatura.
Por su parte, la joven estudiante Andrea Ortiz refirió que el respeto a la decisión de las mujeres está consagrado en las leyes, las víctimas de un aborto tienen el derecho a decidir sobre su presente y su futuro, con mayor razón cuando hay embarazos productos de violaciones, se ponga en riesgo la salud de la mujer o cuando haya un diagnóstico prenatal muestre malformaciones en el feto.
