La frontera con Guatemala no avanza, ni para atrás ni para adelante. El flujo vehicular y migratorio se ha estancado a unos cuantos días de Navidad.
En vísperas de esta celebración, cientos de transmigrantes siguen varados en el puerto fronterizo Talismán – El Carmen, debido a la ineficacia de las autoridades aduanales mexicanas y, ahora, según la denuncia de los afectados, por el tortuguismo de Aduanas en Guatemala, que ha llenado por completo sus parqueos (estacionamientos) donde estos mancuerneros concretan sus trámites.
A esto se suma el alto número de turistas guatemaltecos que buscan salir o entrar a su país, ya que acuden a realizar compras a Tapachula y otros municipios aledaños, para aprovechar el valor de su moneda Quetzal sobre el peso mexicano.
Carlos es uno de los tantos afectados. Lleva más de una hora a la espera para poder pasar a su natal Malacatán, ciudad de Guatemala localizada a escasos 15 kilómetros de la frontera.
“Es increíble cómo se atora esta frontera debido a la ineptitud de las autoridades de ambos países, ninguna se ayuda y no se fijan que al único que afectan es a su ciudadano, ni México ni Guatemala tienen claro cómo operar en esta frontera”, expuso el hombre de 53 años que viaja con su esposa y su hija.
Por su parte, uno de los mancuerneros ha tenido que improvisar sus comidas diarias con sopas instantáneas, esto porque ya no cuenta con dinero para poder subsistir. “Al principio era carne, pero no imaginamos que fuéramos a tardar tanto”, relata el enojado guatemalteco.
Talismán se mantiene con su principal vía de comunicación atestada de vehículos con matrículas guatemaltecas y estadounidenses, debido a la presencia de los choferes que han hecho el largo viaje desde la unión americana y los turistas que quieren llegar a casa.
Las autoridades aduanales siguen en la misma postura: no hay información al respecto, y si se requiere alguna consulta, se puede elevar un oficina eje central en la Ciudad de México, con la petición del por qué la demora en Aduanas de México.
Ahora el mayor temor de los transmigrantes, es que tengan que pasar la nochebuena en esta franja fronteriza, durmiendo en vehículos y sin sus familias.