Sin importar la actual contingencia que se vive por la pandemia del Covid 19, comerciantes del centro histórico de Tapachula mantienen abiertos sus negocios, los cuales no entran en el giro de esenciales durante le etapa más crítica de contagios.
Sobre la 7ª Poniente, entre 6a y 4a Norte, tres locales con venta de ropa permanecen abiertos ante los ojos de personal de Servicios Públicos y funcionarios del Ayuntamiento de Tapachula.
Incluso, personas que por alguna razón lograron burlar el cerco de seguridad controlado por policías municipales, se detienen a preguntar precios de ciertas prendas.
Los propietarios de estos comercios no han acatado las disposiciones actuales, mientras que la mayoría de los establecimientos han cerrado sus puertas y reportan pérdidas económicas importantes.
Justo enfrente del Palacio Municipal, un módulo de telefonía celular opera sin control sanitario alguno, con la venta de fichas de tiempo aire, celulares y chips para este tipo de aparatos.
Sobre la 4a Avenida Norte, negocios con venta de plásticos, juguetes y chácharas también mantienen actividad ante la complacencia de las autoridades municipales, que obligan a otros comerciantes a mantener sus puertas cerradas.
El Ayuntamiento de Tapachula solapa a estos comercios que deberían estar cerrados.
En la Gaceta del Gobierno, con fecha 22 de abril de 2020, se detalla que las actividades y negocios esenciales son aquellos que son vitales para las necesidades básicas de la ciudadanía.
Entre las actividades y negocios que aparecen con la denominación de esenciales se encuentran los relacionados con servicios financieros, notariales, casas de empeño, recaudación tributaria, servicios de tesorería, distribución y venta de energéticos, gasolineras y gas.
También están la generación y distribución de agua potable, industria de alimentos y bebidas, venta de alimentos en mercados, centrales de abasto, supermercados, tiendas de autoservicio, de conveniencia, abarrotes, misceláneas, recauderias, carnicerias, pollerias, cremerias, panaderías, tortillerías y negocios similares.
Pero ninguno de estos negocios abiertos en el primer cuadro de la ciudad pertenecen a alguno de estos giros, por lo que deberían ser cerrados ante la desigualdad que existe con el resto de comercios y, peor aún, el riesgo de contagios en plena calle.
Diario del Sur diálogo con una de las empleadas de estas tiendas de ropa, quien señaló que en ningún momento recibieron la notificación de cerrar, sólo la reducción de horarios para evitar robos o asaltos en horas de la noche. AR