Se cumplen hoy, cinco años de que Tapachula viviera intempestivamente una serie de actos vandálicos sin precedentes en la historia de la ciudad.
El comercio establecido, tiendas de autoservicio e incluso ciudadanos fueron víctimas de saqueos alentados por grupos de choque que luego se convertiría en una oleada de desmanes a los que se sumaron también pobladores de la ciudad que aprovecharon la confusión del momento.
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Las actividades iniciaron el 5 de enero de 2017 y luego siguieron aunque en menor medida el 6 de enero cuando la ciudad quedó prácticamente sitiada e incluso fue necesaria la intervención de las fuerzas armadas para retomar la calma.
“toda la madrugada de este viernes grupos de jóvenes estuvieron saqueando tiendas como “Oxxo´s” y “Modelo Plus” de donde sustrajeron principalmente vinos y licores, así como celulares, chucherías, refrescos y alimentos. Sin embargo, la mayor parte de las pérdidas se dio en cadenas nacionales como tiendas Coppel, Elektra´s, Aurrerás y Salinas y Rocha, donde hoy durante todo el día, la población ha estado robando televisores, aparatos de música, de video, refrigeradores, estufas, juegos de sala, recámaras y todo tipo de electrodomésticos.” Se narra en la nota informativa que dimos a conocer en esta casa editorial en su momento, redactada por Omar Escamilla.
Ese amargo enero de 2017 la ciudad quedó semiparalizada, la mayoría de la población no acudió a sus centros de trabajo y las gasolineras en la ciudad estuvieron cerradas en prevención de ser vandalizadas lo que no evitó que ese hecho ocurriera en algunas de ellas.
Por temor a las agresiones, el transporte estuvo a un 50 por ciento y, debido al cierre de gasolineras, hubo desabasto de combustible por lo que algunas salieron de circulación antes de su turno.
En ese momento, la intervención de la policía estatal y municipal fue insuficiente para contener los saqueos y fue hasta dos días después cuando se decidieron a intervenir tanto los elementos del ejército como los de la policía federal, cuando ya lo robado de las tiendas era vendido tranquilamente en pleno parque central de la ciudad.
Los motivos para el saqueo nunca quedaron claros, se dijo que era en protesta por los gasolinazos, otros acusaron a políticos de estar incitando esas acciones que fueron replicadas en menor medida en algunos otros municipios como Huixtla.