Se deben cumplir protocolos sanitarios en ceremonias religiosas: Obispo

Pidió a la población continuar con el respeto de la sana distancia y el uso del cubrebocas

Marvin Bautista | Diario del Sur 

  · domingo 7 de febrero de 2021

Foto: Marvin Bautista | Diario del Sur


Al acercarse la fecha del inicio de la cuaresma en muchos sectores de la comunidad diocesana, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, mostró su preocupación sobre la manera en que se realizará las celebraciones del miércoles de ceniza y de los momentos penitenciales propios de estas fechas, principalmente por el tema de la pandemia del Covid-19.

En su mensaje dominical, indicó que darán instrucciones para que en el marco de la sana distancia y las medidas preventivas contra el Coronavirus, como el uso del cubreboca y del gel antibacterial, los feligreses ayuden a vivir este tiempo en cada familia parroquial, y evitar riesgos de contagios.

Recordó que los sacerdotes deben velar prudentemente junto con su comunidad para que las normas de higiene, desinfección de las parroquias, uso de cubrebocas y sana distancia aún se continúen realizando, ya que estos protocolos sanitarios ayudarán a cuidar la salud y poder vivir las celebraciones con más confianza porque se ofrecen espacios seguros.

Por otro lado, hizo un llamado a la sociedad en la celebración de la vigésimo novena Jornada Mundial del enfermo el próximo 11 de febrero y en dónde dijo que es un momento propicio para brindar una atención especial a las personas enfermas y a quienes cuidan de ellas, tanto en los lugares destinados a su asistencia como en el seno de las familias y las comunidades.

Expresó que el Papa Francisco recuerda que su mensaje para esta celebración es la importancia que tiene el acompañamiento al enfermo de parte de toda la comunidad, "ya que la experiencia de la enfermedad hace que sintamos nuestra propia vulnerabilidad y, al mismo tiempo la insustituible necesidad de otra persona".

Foto: Marvin Bautista | Diario del Sur 

"La enfermedad siempre tiene un rostro, incluso más de uno: tiene el rostro de cada enfermo y enferma, también de quienes se sienten ignorados, excluidos, víctimas de injusticias sociales que niegan sus derechos fundamentales", abundó.

El Obispo de la Diócesis de Tapachula señala que la cercanía, la presencia y el apoyo que pueda darse a un enfermo es un bálsamo muy valioso, que brinda consuelo a quien sufre en la enfermedad y la relación con la persona enferma encuentra una fuente inagotable de motivación y de fuerza en la caridad de Cristo, como lo han plasmado los testimonios milenarios de hombres y mujeres que se han santificado sirviendo a los enfermos, por lo que pidió que esta celebración debe ser un momento indispensable para fortalecer la fraternidad entre nosotros.