Tuxtla Chico es otro de los municipios donde sus habitantes han bajado la guardia.

En el centro de esta localidad, lugareños que provienen principalmente de comunidades que conforman este municipio, se han relajado en torno al uso de cubrebocas y la sana distancia.

La nula cultura de prevención ha despertado malestar entre aquellos que sí usan el cubrebocas, ya que podrían originarse contagios, principalmente ahora que cepas distintas asechan desde Guatemala.

En otros puntos donde se congregan personas para realizar cultos religiosos, la situación lo cambia mucho y también no portan el cubrebocas como una medida para reducir el riesgo de contagio traer el virus.

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En el mercado público situado a un costado de la presidencia municipal, las restricciones que se aplicaron a único de año han quedado obsoletas. Muchos son los que ya no usan protecciones ni gel anti bacterias para intentar librar el virus.

El centro de la cabecera municipal representa un sitio de aglomeración de personas, ya que se encuentran la mayoría de los comercios a donde los habitantes acuden a realizar compras de la canasta básica y de otro tipo de necesidades.

El riesgo de contagio sigue siendo latente, ya que pobladores que han enfermado en este municipio han optado por no reportar su caso ante las autoridades de salud y convalecen en casa, en total hermetismo.

Tuxtla Chico es un municipio colindante con Guatemala, donde la situación recrudece a causa de la pandemia. Este municipio está en conexión con Malacatán, donde se registra una alta incidencia de casos positivos por la Covid 19.

Incluso este municipio abarca el puerto fronterizo talismán, por donde pasan cientos de personas a diario sin ningún tipo de restricción sanitaria.