Villa Comaltitlán. Después de un fuerte enfrentamiento entre pobladores y autoridades estatales y municipales, representantes de la comunidad La Flor Montearriba, ubicada en la zona alta de este municipio, informaron este viernes que la tranquilidad ha regresado y que la familia que generó la problemática ha sido expulsada de la comunidad.
El comisariado ejidal, Rodrigo López Pérez, y Omar López, entre otros directivos de la comunidad, y autoridades rurales, dejaron en claro que la paz ha retornado después del desorden que se desató entre al menos cuatro hermanos en días pasados. Estos se enfrentaban por la herencia de su difunto padre, quien, según alegan, no dejó ningún documento que avalara la distribución de sus bienes.
Señalaron que la familia Bravo Díaz fue la responsable del conflicto por 28 hectáreas en la sierra del municipio. La disputa inició el viernes 16 con discusiones que escalaron a disparos, generando pánico entre los habitantes e incluso afectando a estudiantes.
Enfatizaron que, debido a los usos y costumbres de la comunidad, y al ser un ejido, la decisión tomada es expulsar a aquellos que causen problemas significativos. En esta ocasión, los terrenos en disputa pasarán al ejido para su administración continua.
Las autoridades rurales destacaron que durante el conflicto, solicitaron la intervención de diversas corporaciones policíacas estatales y municipales. Sin embargo, también se registraron agresiones contra los uniformados.
Además, como representantes del ejido, expresaron preocupación ya que han recibido amenazas de muerte por parte de esta familia resentida. A pesar de ello, la comunidad vive en paz, ya que no permiten la venta de bebidas alcohólicas ni de sustancias enervantes.