En Tapachula, ciudad fronteriza en el sur de México, el incremento significativo en el costo de mantener a migrantes varados ha generado preocupación entre grupos ciudadanos y autoridades locales. Según un estudio reciente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), el gasto diario para sostener a un migrante ha aumentado drásticamente debido a la combinación de inflación y el creciente flujo migratorio hacia la región.
Jorge Zúñiga Rodríguez, presidente de Canaco Tapachula, explicó que el costo promedio ahora asciende a 1,200 pesos por día, un incremento del 200% desde 2016. Este aumento refleja no solo el hospedaje, sino también el costo de alimentos, salud y transporte para los migrantes que esperan resolver su situación legal en México.
La situación se agrava con el contexto económico actual, marcado por una inflación que ha alcanzado niveles significativos. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que la inflación ha subido al 4.98% en junio, afectando los costos de vida y servicios en toda la región sur del país.
En respuesta a la inacción gubernamental, organizaciones locales como el albergue "Todo Por Ellos" han intensificado sus esfuerzos para proporcionar apoyo humanitario a los migrantes. Lorenza Reyes, directora del albergue, lamentó la falta de recursos adecuados y la dependencia de donaciones para cubrir las necesidades básicas de los migrantes, incluyendo alimentación, vestimenta y atención médica.
"Este albergue vive de la ayuda de personas de buen corazón", señaló Reyes. "Muchos migrantes llegan aquí desesperados, buscando una mano amiga y apoyo para sobrevivir en condiciones difíciles".
El impacto de esta crisis humanitaria se ha sentido profundamente en la comunidad, donde la solidaridad comunitaria ha jugado un papel crucial. Sin embargo, las organizaciones locales enfrentan desafíos cada vez mayores para mantener su operación y satisfacer las crecientes demandas de asistencia.
Entre los migrantes que buscan una nueva vida en México se encuentra Andreina Santana, una venezolana que huyó de la persecución y discriminación en su país de origen. "Aquí encontré refugio y esperanza", compartió Santana. "Aunque enfrento dificultades, me siento agradecida por el apoyo que he recibido".
A medida que la situación migratoria y económica en la frontera sur de México continúa evolucionando, la atención se centra en encontrar soluciones sostenibles y humanitarias para abordar las necesidades urgentes de los migrantes que buscan una vida mejor en tierras mexicanas.
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