A seis años de la puesta en marcha de uno de los programas emblemáticos del presidente Andrés Manuel López Obrador, como es Sembrando Vida, las metas no fueron alcanzadas, impactando solamente 15% de la superficie cultivable en el estado y de los 65 millones de árboles que se plantaron en la Costa, Sierra y Soconusco, únicamente 9 millones fueron para reforestar.
El programa federal no solo pretendía el combate al calentamiento global a través de la recuperación de la masa forestal, sino también impulsar la soberanía alimentaria de las comunidades.
Especialistas y líderes campesinos aseguran que quedó a deber en cuanto a contrarrestar los efectos del cambio climático.
En su mayoría, las plantaciones sembradas fueron de especies agroforestales, aromáticas y frutales, por lo que consideran se impulsó más el tema de la soberanía alimentaria.
Sembrando Vida en Chiapas abarcó 210 mil hectáreas, que equivale al 15 por ciento de la superficie cultivable en el estado, que es de un millón 600 mil hectáreas, en donde se sembraron alrededor 260 millones de plantaciones.
Fueron 80 mil productores beneficiados, con una inversión en Chiapas de aproximadamente 32 mil millones de pesos, tanto en apoyo directo, insumos y demás herramientas de operatividad.
El programa impulsó un modelo agroforestal con la diversificación de cultivo, es decir, en un terreno no solo se sembraron árboles maderables o forestales, sino también frutales que permitan a los productores obtener ingresos para mejorar sus condiciones de vida.
José Miguel Farrera Domínguez, ingeniero forestal y responsable de un vivero en el Soconusco, comentó que al ser un programa piloto, Sembrando Vida no cumplió con sus objetivos al 100 por ciento.
Consideró que esto se debió a que los campesinos vieron más el programa como una alternativa para subsanar la crisis económica, porque se les otorgó recursos económicos por 5 mil pesos bimestrales.
"Cómo todo programa tiene sus pros y sus contras, al principio los campesinos no vieron que con estas acciones generarían un beneficio al medio ambiente, sino que lo tomaron como una ayuda para tapar la crisis económica que ellos venían arrastrando", informó.
Consideró que el programa cumplió sus objetivos en 70% o menos, pero fue más por el tema de soberanía alimentaria, que si bien este tipo de plantaciones generan un beneficio, pero a un plazo muy largo.
Los beneficios serán a largo plazo
Para el presidente de la organización "Unidos para estar bien", Ismael Gómez Coronel, el programa Sembrando Vida quedó a deber porque no se tomó en cuenta a todos los campesinos y la mayor parte de tierras cultivables, además que las especies sembradas darán un beneficio ambiental a largo plazo
"Se apostó por especies agroforestales, es decir, son plantaciones que su principal función es proveer de alimentos y eso es bueno, pero en tema de la reforestación, estos árboles darán un beneficio a muy largo plazo", sentenció.
Reconoció que plantaciones de este tipo de especies tardarán entre 6 y 10 años en comenzar a proveer beneficios ambientales, por lo que sin duda lo que prometieron en el discurso está muy distante en que sea una realidad.
El coordinador de Sembrando Vida Tapachula, Jorge Aguilar, afirmó que durante los seis años del gobierno de la Cuarta Transformación se reforestaron alrededor de 50 mil hectáreas en 26 municipios de las regiones Costa, Soconusco y Sierra.
Dijo que las superficies atendidas están establecidas en los municipios de Tapachula, Huixtla, Tuxtla Chico, Cacahoatán, Unión Juárez, Huehuetán, Villa Comaltitlán, Suchiate, Frontera Hidalgo, Escuintla, Motozintla, Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera, La Grandeza, Siltepec, El Porvenir, entre otros.
Señaló que fueron 20 mil campesinos que participaron en el programa durante este sexenio, quienes recibieron 5 mil pesos mensuales, lo que equivale a una derrama económica de 7 mil 500 millones de pesos que el gobierno federal distribuyó en estos municipios.
"Con esta nueva forma de agricultura se combate la pobreza y marginación que ha existido en las comunidades, ya que con la siembra de árboles maderables y frutales los campesinos generan sus propios ingresos en varios meses del año y no solo una vez como se tenían con los cultivos tradicionales", narró.
Son 65 millones de plantas sembradas en la zona
Aguilar Reyna indicó que fueron alrededor de 65 millones de árboles que se plantaron en la Costa, Sierra y Soconusco, principalmente plantaciones de cultivo, agroindustrial, frutales, especias y forestales.
Detalló que como todo programa, no tuvo un 100 por ciento de efectividad, ya que fueron aproximadamente 8 millones de plantas que se perdieron por daños de sequía, quema o inundaciones.
Enfatizó que de los 65 millones de árboles sembrados, 46 millones de plantas fueron de cultivo agroindustrial, entre estas: café (arábigo y robusta), cacao, cocotero, achiote, agave, entre otros.
En el caso de árboles frutales, se sembraron 9 millones de plantas, principalmente de plátano, aguacate, limón, guanábana, durazno, manzana, rambután, tomate de árbol, guayaba, marañón, pera, zapote, naranja, entre otros
Mientras que en el caso de plantas de especias se sembraron un millón de árboles, entre los que destacan: pimienta negra, canela, clavo de olor, sábila, jengibre, malanga, agapando, palma, entre otros.
Y en el caso de árboles forestales se sembraron 9 millones de plantas, entre ellas: cedro, primavera, roble, huanacaxtle, caoba, pino, ciricote, encino, aliso, ciprés, entre otros.
"Estos recursos maderables permitirán a mediano plazo las importaciones, tales como el café, cacao, canela, hule y maderas tropicales, ya que es una aberración teniendo este clima, agua y suelos en la zona y sobre todo el conocimiento de las comunidades que son los que participan en estos trabajos, que se traigan los productos de otros países", abundó.
“Hoy nuestros campos lucen verdes y productivos”
Benito Chacón, integrante del CAC Fuerza Unida del municipio de Villa Comaltitlán, contó que en años anteriores había estado olvidado, pero ahora en su terreno tiene árboles maderables y frutales, los cuales les ha permitido ayudar al medio ambiente y obtener recursos económicos extras.
Con el asesoramiento de los técnicos y capacitadores logró sembrar en su terreno de 2.5 hectáreas árboles maderables, frutales, maíz, pepino y calabaza, productos que utiliza para autoconsumo.
"El campo sí produce, pero necesitábamos ese apoyo y gracias al presidente hoy nuestros terrenos tienen una mejor condición, le damos las gracias porque con el dinero recibido hoy nuestros campos se ven verdes y bonitos", remató.
Por su parte, don Claudio López Osorio, del municipio de Huixtla, un adulto mayor que a pesar de su edad mantiene el amor por realizar sus actividades en el campo, agregó que este programa ya está generando ingresos económicos para su familia, a través de los mercados ecológicos y la comercialización de sus productos.
"Me siento contento porque gracias al programa tengo sembrado cacao, guanabana, caoba, cedro y plátano, cuyos cultivos me permiten llevar sustento a mi familia", externó.
Asimismo, expresó que el programa Sembrando Vida al término del sexenio cambiará la actitud del campesino en el sentido de reconocer que el futuro del campo radica en diversificar los cultivos, es decir, en un solo terreno, sembrar frutales, producto agroindustrial y árboles, ya que el cambio climático exigirá el fortalecimiento de los suelos para seguir cultivando.
Se impulsó la producción del aguacate hass
Ante las condiciones climáticas y de suelo con la que cuenta en la zona Sierra de Chiapas, mismas que propician su óptimo desarrollo, productores a través del Programa Sembrando Vida impulsan la producción de aguacate Hass, fruto de gran demanda a nivel internacional.
Pedro Agustín López, habitante del municipio de El Porvenir, expresó que son aproximadamente 3 mil hectáreas sembradas de aguacate Hass en seis municipios de la zona Sierra, donde han comenzado a cosechar y comercializar este fruto.
Subrayó que son alrededor de 2 millones de árboles de aguacate que se tienen sembrados en los municipios de Siltepec, El Porvenir, La Grandeza, Bejucal de Ocampo, Motozintla.
Enfatizó que los árboles fueron traídos del Estado de Michoacán, pero ahora se establecieron viveros en estos municipios para que se pueda potencializar la producción y generar riqueza para las familias.
"Compradores de Michoacán llegan a estos municipios a comprar el aguacate, por ello, trabajamos en la certificación orgánica, con el fin de cumplir con los estándares de calidad para comercializar a grandes escalas y lograr mejores precios", acotó.
