A diario ingresan por la frontera sur cientos de migrantes de diversas nacionalidades en busca del sueño americano, sin embargo, ante las dificultades en la travesía muchos buscan mejores oportunidades de vida en Tapachula, a través del emprendimiento de un negocio.
Y es que de acuerdo a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), hasta julio, 87 mil 986 migrantes habían solicitado refugio en el país, de los cuales en Tapachula se han registrado 46 mil 591, lugar donde muchos deciden comenzar un negocio propio.
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Mauricio de la Cruz, psicólogo del Servicio Jesuita y responsable del programa Medios de Vida, afirmó a desde el 2021 se han apoyado a través de financiamiento a 25 proyectos de negocios de refugiados en Tapachula.
Dijo que el Programa Medios de Vida se está administrando a nivel regional, ya que este viene de Colombia y cuenta con apoyo económico, no en efectivo, sino para conseguir las herramientas con las que se inicie el negocio o la actividad productiva.
Dijo que comienza con el interés de las personas que buscan poner un negocio o tienen un negocio pero que les faltan conocimientos o herramientas para dar el extra y trabajar de mejor manera.
Señaló que la ayuda económica en herramientas y equipo es de 9 mil pesos, se redujo en relación con años anteriores cuando era de 10 mil, además, se incluye el seguimiento de servicios de psicología y se canalizan a las instituciones como SAT y otros con las que se consolidan sus proyectos.
Detalló que la mayoría de los proyectos han sido de alimentos, cocinas económicas y restaurantes que inician con comidas de sus países de origen combinando con la cocina mexicana, además hay reposterías y personas en la albañilería, técnicas de arreglo de carros, quienes se han acercado y que se les da el acompañamiento en el servicio Jesuita donde se fomenta y asesora en la conformación del proyecto.
Comentó que no se descarta ningún negocio, como el caso de uno de corte de cabello que pidió cursos de capacitación, aduciendo la diferencia que existe en cortar cabello afro con el mexicano, por lo que se atendió sus inquietudes y con el conocimiento y las herramientas logró tener su negocio.
Indicó que la importancia de este proyecto es dar a conocer los derechos laborales, satisfacer las necesidades básicas, pero sobre todo contribuir a restablecer la dignidad de migrantes y refugiados consolidando las oportunidades de emprendimiento, empleabilidad, formación e inclusión financiera.
"Hay proyectos que fueron apoyados, en el 2021 se hicieron cuatro proyectos, en el 2022, 16 y en lo que va del 2023 se llevan 5 y sumando, aunque se avanza poco a poco para sacar el apoyo de las personas", abundó.
Expuso que el programa es amplio e incluye a migrantes y refugiados, aunque a quienes no tienen documentación se les apoya para estar regular en México, sin embargo, el apoyo se ha dado mas a quienes están ya integrados en Tapachula y tienen dos años de vivir en la zona.
Raúl, abandonó su país por un nuevo comienzo
Raúl Barrios, es refugiado, llegó a Tapachula con la intención de superarse y con las ilusiones de un nuevo comienzo, aunque el cumplir su sueño no ha sido nada sencillo, desde hace un mes inició con su negocio propio.
Contó que es de Guatemala, sin embargo decidió abandonar su país debido a la violencia y a la crisis económica, y desde hace un año llegó a Tapachula, lugar donde solicitó la condición de refugiado.
Narró que con ayuda del Servicio Jesuita logró iniciar su negocio de repostería y aunque no ha sido nada fácil, poco a poco ha podido vender sus productos y así cubrir sus necesidades básicas.
Raúl trabaja como cocinero en un restaurante en el centro de Tapachula y gracias a la buena relación con el dueño del negocio, logró que le dieran la oportunidad de vender sus productos, como pasteles, pay y flan napolitano en el local, es la manera como ha podido dar a conocer sus postres.
Puntualizó que no ha logrado rentar un local propio por lo caro de la renta y sobre todo porque no está aclientado, pero confía en que pronto logrará consolidar su negocio gracias al toque fino que le impregna a sus postres.
"Lo más difícil ha sido dar a conocer mis postres, porque la gente acá prepara los productos de diversa manera que en Guatemala, sin embargo, muchos han probado el pastel, y demás productos y les ha gustado el sabor", sostuvo.
Mencionó que su intención es establecerse en Tapachula y ya no seguir con el sueño americano, por lo que confía que en este lugar logrará consolidar su negocio, así poder ampliar la variedad de sus postres.
