Ante la persistente falta de oportunidades laborales y las difíciles condiciones económicas en Tapachula, cientos de migrantes provenientes de diversas naciones de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe han comenzado a organizarse para formar una nueva caravana rumbo al norte del país.
Este éxodo masivo sería el sexto que sale de Tapachula, y esperan que sean más de mil personas las que partan el próximo lunes 2 de diciembre con la intención de llegar al centro o norte del país en busca de mejores condiciones de vida.
Carlos, de nacionalidad salvadoreña, explicó que lleva un promedio de seis a siete días organizándose, pues hay muchas personas en la ciudad que llegaron después de que salió la caravana del día 20. “Nos queremos ir porque no tenemos trabajo. Muchas personas estamos durmiendo en las calles o en el parque Bicentenario por la falta de dinero”, expresó el centroamericano.
Añadió que la salida estaba programada para el 5 de diciembre, pero debido a la cantidad de personas que están en la ciudad decidieron partir el próximo lunes a las primeras horas del día.
Precisó que, por ahora, ya tienen registradas 680 personas. Se espera que, antes de la salida, lleguen otras 200, y que el grupo supere las mil personas para evitar ser detenidos por las autoridades mexicanas en su tránsito. “La única manera de salir de Tapachula es en una caravana de más de mil personas. Esto para evitar que Migración nos detenga y nos deporte a nuestro país, como ocurre cuando son muy pocas personas en los éxodos”, abundó.
Comentó que Migración no tiene la capacidad para detener a más de mil personas que salgan en caravana, algo que se ha demostrado con otros éxodos que han partido de la ciudad.
Puntualizó que el sábado se reunirán de nueva cuenta para verificar cuántas personas están registradas en un grupo de WhatsApp y detallar la salida de la caravana, que ya está programada.
Cabe mencionar que las caravanas que han salido de la ciudad lo han hecho por la falta de trámites migratorios en Tapachula, la tardanza en el trámite de la CBP One, por las amenazas de endurecer las políticas migratorias de Donald Trump y, en este caso, por la falta de empleo.