Tuxtla Chico, Chiapas – Jueves 26 de septiembre de 2024. Hoy, el filántropo japonés-estadounidense Shin Fujiyama ha completado el tramo final de su recorrido por México como parte de su épico reto de correr 3,000 km desde la frontera de Estados Unidos y México hasta Honduras. El objetivo de su travesía es recaudar fondos para la construcción de diez escuelas en comunidades hondureñas en situación de vulnerabilidad.
Fujiyama comenzó la jornada de hoy desde la colonia de Tapachula a Viva México, un ejido de Tapachula, Chiapas. Durante el trayecto, recorrió los últimos kilómetros del territorio mexicano, hasta llegar al ejido Talismán, en la frontera entre México y Guatemala. En su paso por Tuxtla Chico, Shin hizo una pequeña parada para recargar energías y compartir un momento con la gente del lugar, quienes lo estaban esperando para tomarse fotos y ofrecerle su apoyo.
Shin ha mantenido una rutina impresionante, corriendo aproximadamente 42 kilómetros diarios desde Reynosa, Tamaulipas, con breves descansos semanales. Esta carrera no solo es un reto físico, sino una muestra de su compromiso inquebrantable con la educación en Honduras. Anteriormente, Fujiyama corrió 250 kilómetros para recaudar fondos destinados a la reconstrucción de una escuela en Tegucigalpa que fue destruida por huracanes. Inspirado por la gran cantidad de solicitudes de ayuda que recibió, más de 2 mil 500 comunidades hondureñas, decidió emprender este nuevo desafío.
"Diez escuelas es solo un granito de arena para un problema de esta magnitud", expresó Fujiyama, refiriéndose a la necesidad urgente de infraestructura educativa en Honduras, donde muchos niños asisten a clases bajo árboles o en aulas en mal estado. "Conocí personalmente a los padres de familia que me mandaron las solicitudes, y me comprometo a darlo todo por ellos", añadió.
Después de su paso por Tuxtla Chico, Shin cruzará la frontera hacia Guatemala, continuando su ruta hacia San Pedro Sula, Honduras, donde espera concluir su travesía en octubre. Durante su recorrido, además de correr, Shin ha aprovechado para documentar la riqueza cultural y gastronómica de los lugares que visita, destacando historias inspiradoras de las comunidades mexicanas.
El compromiso de Shin Fujiyama sigue siendo una fuente de inspiración para muchos, y su esfuerzo monumental ya ha empezado a generar impacto, tanto por el dinero recaudado como por la concienciación sobre la importancia de la educación en las zonas rurales de Honduras.