Pablo, un hombre de 51 años de edad, originario de Honduras, duerme con sus dos menores hijos en el parque Bicentenario de Tapachula y narró que desde que inició la pandemia de coronavirus la vida se volvió más complicada en la ciudad.
Explicó que los policías por ser buenas personas los dejan dormir en el parque, pero tienen que salirse muy temprano, de lo contrario los jefes de los uniformados los regañan, pero que ellos lo hacen por los niños.
Sus hijos, una niña de 10 años y otro de 6 años juegan a su alrededor en el piso del solar. El hondureño comenta que él está solo con sus hijos porque su esposa se fue a Estados Unidos y él tuvo que huir de su país por problemas con los pandilleros.
“Mis hijos siempre van conmigo, a donde yo voy ellos van conmigo. Yo quise entregarlos a su mamá porque pensé que era mejor para ellos, pero ella me dijo que no tiene tiempo de cuidarlos, por eso andamos en la calle tratando de sobrevivir”, comentó.
Aseguró que desde que inició la segunda fase del Covid-19 él se quedó sin trabajo y la mayoría de los negocios están parados por esta enfermedad que afecta al país.
“Mis hijos y yo estamos viviendo con lo que la gente nos regala de comer, hoy nos regalaron mangos y eso será lo único que comeremos los tres. Esto nos tocó vivir y qué le vamos a hacer”, expresa el centroamericano.
¿Te da miedo que les dé el coronavirus? “Si me da miedo, pero qué podemos hacer si no tenemos dónde dormir, quién nos ayude o dónde vivir, estamos a lo que nos salga. Si nos toca morir acá en la calle, pos ni modos”.
El migrante señala que él pretende hacer su vida en México y que sólo busca que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados le de papeles para salir de Tapachula e irse al centro del país en donde hay más oportunidades de empleo para sacar adelante a sus hijos.
Mencionó que desconoce por qué el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) no les quiere brindar apoyo, ya que en los últimos días han ido en tres ocasiones sin tener una respuesta.
“Sabemos que tiene un hotel en donde dan de comer a los migrantes, pero desconozco por qué a mis hijos y a mí no nos quisieron ayudar en ACNUR, chance de ayudarnos tiene, pero no lo quieren hacer”, finalizó.
CG