La poza La Rosita fue un reconocido balneario hace algunos años, convirtiéndola en un sitio natural donde concentraba decenas de bañistas procedentes de los municipios de Huixtla, Villa Comaltitlán, Tuzantán y Huehuetán, pero hoy se encuentra en el total abandono y ha dejado de ser visitada ante el misterio que la rodea.
Fue desde que comenzaron a registrarse personas ahogadas que creció el temor y los bañistas comenzaron a buscar otros balnearios dónde se garantice seguridad.
Pobladores de la ranchería denominada Puente de Material, ubicada a 5 kilómetros de la carretera Huixtla-Motozintla, dieron a conocer que hasta el año de 1994, la poza denominada La Rosita eran visitadas por cientos de personas que acudían a disfrutar de las cristalinas aguas frías del afluente, sitio donde muchos se aglomeraban sobretodo los fines de semana.
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Sin embargo, el misterio comenzó de manera sorpresiva, pues luego que algunas personas comenzaron a aventarse desde lo alto del puente de más de 15 metros, al menos cinco personas ya no salieron a flote y aunque se hacían los reportes las autoridades municipales de Tuzantán, no encontraron alguno.
Sin embargo, era hasta 48 horas después que los cuerpos flotaban y el agua los arrastraba hasta depositarlos en las márgenes del afluente, siendo ahí cuando autoridades del ministerio público acudían a dar fe de los cuerpos, por lo que desde entonces comenzó a decirse que la poza se "tragaba" a los bañistas.
De acuerdo a vecinos del lugar fue tras el ahogamiento de estas personas que comenzaron a disminuir las visita a la poza, que está rodeada de una majestuosidad de naturaleza.
De manera extraoficial se sabe que es un remolino lo que atrapó a la gente que se ahogó y que por eso los cuerpos los devolvía muchas horas después, aunque existe la versión de algunas personas con más de 80 años de edad quienes dicen que la poza está “encantada”.
Ante los sucesos, la gente dejó de llegar al balneario hace más de 15 años y hoy sus alrededores están enmontados y todo prácticamente se ha convertido en una montaña, pues ni tan siquiera los gobiernos que han estado en turno se interesaron ya que la poza se convirtió en una trampa mortal.
Agregaron que en la actualidad, bañistas han optado por buscar sitios donde puedan disfrutar de aguas cubiertas por la vegetación en familia y estar en tranquilidad, y para ello han encontrado pozas en los ríos Huixtla y Negro en la comunidad Nueva Tenochtitlán, de Tuzantán.