El Libramiento Sur sí necesita la inversión anunciada por el gobierno federal para el 2021. La importante carretera está destrozada por tramos y sólo por las tareas improvisadas de tapado de baches con tierra y graba, automovilistas han logrado solventar un poco el problema de circulación por esta vía.
Al ingreso a esta pista, tomando el acceso que vienen de la carretera internacional Tapachula- Talismán, un espectacular anuncia la conservación de los 16.4 kilómetros de ruta, pero de estos apenas tres kilómetros han sido rehabilitados, correspondientes al municipio de Tapachula, en el área donde se localizan fábricas e industrias.
El resto, los 14 kilómetros que sobran, están en completo deterioro y sin mantenimiento, lo que ha generado en varios años accidentes automovilísticos con lamentables consecuencia y averías en vehículos que se quedan a mitad de camino, al ser los conductores víctimas de los baches e imperfecciones sobre el asfalto.
Al respecto, conductores de la ruta Libramiento Sur- Tapachula, señalaron que es urgente la reparación íntegra de esta carretera, debido a que para transitar se tiene que lidiar con hoyos y grietas que, al final, provocan daños en las unidades de transporte.
Apuntaron que en la parte colindante con El Manguito, el suelo es prácticamente terracería porque los mismo pobladores aledaños han tapado con tierra, pero al pasar de los vehículos vuelven a quedar al descubierto.
“Es urgente que las autoridades atiendan esta situación, porque nada más vienen a rellenar para que perdure un rato y luego el problema persiste, así que es necesario un proyecto bueno y que se quede por muchos años”, señaló Raymundo Urruela, uno de los conductores afectados.
Añadió que, por ahora, el peligro ha disminuido un poco porque los tráileres ingresar directamente a Tapachula, a consecuencia de la avería en el puente del lado oriente, pero aún así deben lidiar todos los días con cuidarse al transitar para evitar accidentes.
Cabe señalar que esta ruta también es insegura, ya que se han registrado asaltos en horas de la noche, condición que los maleantes aprovechan para amagar a sus víctimas, que transitan lento para evitar caer en los baches.
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