DATO: 13 mil hectáreas dedicadas a la siembra de soya habían en Chiapas
El panorama para la producción en el sector primario en México, es de pronósticos reservados, debido a que el Gobierno Federal ha nulificado los apoyos para incentivar la producción agrícola, y con ello se vislumbra un año severamente difícil para varios cultivos, entre ellos la soya, cuya reducción se presagia en un 30 por ciento en su capacidad productiva.
En este sentido, el representante no gubernamental del sistema producto oleaginosas en Chiapas, César Ozuna Estudillo, manifestó que el escenario que se advierte para el nuevo ciclo de siembra Julio-Diciembre es una reducción de 13 mil a 8 mil hectáreas de cultivo en la soya; puesto a que, por la falta de apoyos, los campesinos preferirán cambiar de cultivo a maíz y plátano.
Platicó que de nada han servido las gestiones de los grupos de productores, para lograr un apoyo del gobierno, ya que, tanto los diputados, senadores, así como el Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, no han correspondido a las solicitudes de los millones de campesinos en el país, pues estos no cuentan con voz ni voto, ante las decisiones equivocadas del Presidente de la República.
Indicó que los incentivos a la producción, que anteriormente con gobiernos anteriores se destinaban a los productores, hoy el Gobierno que se hace llamar de la “Cuarta Transformación”, no existen; ya que no se han proyectado apoyos en los precios del diésel, las tasas de interés elevaron al 17 por ciento, no hay precio de garantía, ni el ingreso objetivo que anteriormente era de 8 mil 400 pesos.
Añadió que, al parecer el presidente Andrés Manuel López Obrador ve como enemigos a quienes cuentan con más de 5 hectáreas de producción, porque este sector es el que ha quedado al margen de los apoyos; “es como si estuviéramos cometiendo un delito, quienes aspiramos a producir más”, enfatizó Ozuna Estudillo.
Ante este panorama, nada halagador para miles de familias productoras de soya en Chiapas, originará que el gobierno federal, continúe importando el producto de otros países, antes de salvar la agricultura local; por lo que afirmó que con esta política se ha reducido de 10 por ciento a 4 por ciento la producción para el consumo nacional, es decir, el gobierno importará el 96 por ciento de soya que se consume en el país, ocasionando que el dinero se vaya al exterior.
Puntualizó con un comparativo de la importancia que le dan otros países a su agricultura local, en el caso de Argentina y Estados Unidos, sus Gobiernos subsidian el diésel para la maquinaria agrícola, mejoran el ingreso objetivo y manejan tasas de interés del 2 por ciento al financiamiento para el sector agrícola.
/BJ