Suchiate, zona limítrofe entre México y Guatemala, considerada como “La Tijuanita del Sur", es una bomba de tiempo por la ola de inseguridad que impera en este municipio y la violencia que mantiene en zozobra a la población.
Los asaltos, obras abandonadas, ingobernabilidad, escándalos y los señalamientos de malversación de los recursos públicos que hay directamente en contra de la alcaldesa Sonia Aloína Hernández Aguilar, tienen a este municipio en jaque.
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Apenas el pasado mes de mayo, cinco de los ocho regidores que conforman el cabildo de Suchiate hicieron un llamado a las autoridades del Gobierno del Estado, de los órganos de fiscalización y al Gobierno Federal, para atender la solicitud de la transparencia en el uso de los recursos públicos por parte del Gobierno Municipal, debido al hermetismo que mantiene la alcaldesa.
Manifestaron en rueda de prensa diversas irregularidades en el manejo de los recursos del erario municipal, discriminación, violencia política en razón de género y hermetismo en la transparencia de las obras y contratos de servicios con particulares.
A finales del año pasado cuatro elementos de la policía fueron detenidos y encarcelados por el presunto delito de homicidio por omisión impropia o comisión por omisión y por el ejercicio ilegal del servicio público, en agravio en contra de una mujer migrante originaria de Haití.
En Suchiate se encuentran a hombres y mujeres sin vida por igual, sin embargo, la autoridad no da con los responsables de los hechos a pesar de que implementan operativos de búsqueda de los delincuentes que operan en los límites de Guatemala con México.
Los robos a casa habitación y los asaltos son una constante que denuncian los pobladores, así como la disputa del territorio entre los intrigantes de la Mara Salvatrucha 13 y Barrio 18, quienes han causado la muerte de al menos 10 integrantes de estas pandillas en lo que va del año.
El hecho más reciente, que prendió las alarmas en este municipio, fue el presunto atentado que sufrió el segundo regidor, Elmer de Jesús Vázquez Gallardo, quien acusó directamente a la presidenta Sonia Aloína Hernández Aguilar de ser la encargada de atentar en contra de su vida y que dejó dos heridos de bala.