Luego de una serie de denuncias en contra del alcalde de Tapachula, Óscar Gurria Penagos y su esposa Laura García Arjona por presuntas irregularidades en el interior del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), la secretaria de conflictos del Sindicato Único de Trabajadores de dicha instancia municipal, Marilú Meza Zavala afirmó que desde hace meses la Unidad Básica de Rehabilitación (UBR) se mantiene cerrada.
En rueda de prensa, la funcionaria municipal, lamentó la actitud de la primera dama tapachulteca, quien desde el inicio de la administración morenista no ha mostrado nada de sensibilidad en las personas que acuden de lunes a viernes a las instalaciones del DIF municipal que se ubica en octava norte esquina con 19 poniente al norte de la ciudad, muestra de ellos es el cierre de la UBR.
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A través de las Unidades Básicas de Rehabilitación (UBR) se proporcionan servicios de atención, prevención y rehabilitación a personas con discapacidad temporal o permanente y sus familias con el fin de mejorar sus capacidades físicas, en un marco de respeto a sus derechos humanos.
En el caso de Tapachula, Meza Zavala abundó que a esta unidad acudían niños, jóvenes y adultos de la tercera edad con discapacidad, no solo de Tapachula, sino de otros municipios aledaños, por lo que ahora por capricho de García Arjona se han quedado sin recibir terapias, algo lamentable para el municipio, cuando en Chiapas existen acuerdos con los Objetivos Desarrollos Sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Por último, dijo que es urgente la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) o la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) del estado de Chiapas, ante la violación de los derechos humanos de las personas discapacitadas, así como también laborales, debido que los trabajadores también han sido víctimas de las injusticias de la polémica pareja presidencial.
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