Protestan por la militarización de la frontera sur y del Instituto Nacional de Migración, ya que el tema migratorio se debe tratar con sentidos humanitaria y con respeto de los derechos humanos, más no de seguridad.
Al respecto, Luis Villagran, mencionó que la omisión del conocimiento de la ley de migración y la ley de refugiados de los militares al frente de las delegaciones del INM puede traer más violaciones a los derechos humanos de los migrantes.
“Los militares son considerados según la historia moderna de México como los violadores de derechos humanos más fragantes y si a esto le sumas su falta de conocimiento del tema migratorio los hace altamente corruptos”, expresó
Añadió, “lo que significa la llegada de la Guardia Nacional a la frontera sur y de los militares a las delegaciones de migración para atender el tema migratorios, ya sea en caravana o uno por uno se llama contención y deportación inmediata”.
Aseguró, que el mensaje que está manda el gobierno federal a nivel internacional con la militarización del INM; es que la frontera sur se convirtió en el muro de Donald Trump.
“Tapachula es una ciudad albergue, ya que la dilatación de los trámites migratorios tanto del INM y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) han hecho que más de 50 mil migrantes sigan varados en la ciudad”, abundó.
Con la llegada de los militares al INM se está violando la ley
Por su parte, Irineo Mujica, director de Pueblo Sin Fronteras, señaló que con la llegada de los militares a las delegaciones de INM, la Guardia Nacional está haciendo el trabajo completamente de los agentes de migración y detenido a los migrantes.
“Con la llegada de los militares al INM se está violando la ley, porque la migración debe ser atendida por migración y no por militares como actualmente está pasado en territorio mexicano”, indicó
Señaló, que México, así como su frontera norte y sur se está convirtiendo en la cárcel de Donald Trump, ya que los migrantes están siendo encarcelados en las estaciones migratorios del país.