A pesar del riesgo de contagios de Covid-19, los principales mercados públicos de Tapachula se encuentran abarrotados por familias que acuden a adquirir sus productos para la cena de fin de año.
Y es que a pesar de las recomendaciones que las autoridades habían hecho de manera anticipada para evitar la aglomeración de personas, los centros de abasto se encuentran repletos de personas, quienes desatienden los protocolos sanitarios, aún cuando estos lugares son considerados de alto riesgo para la propagación del virus.
En un recorrido por Diario del Sur se pudo constatar que los mercados San Juan, Sebastián Escobar, Estación, y Emiliano Zapata, son los centros de abasto donde desde las 4 de la mañana de este último día del año existe gran movilidad de personas.
Se observó que los ciudadanos compran principalmente pollo, carne, verduras, y en general productos para la preparación de la cena de fin de año, lo que permite a los locatarios poder tener una recuperación económica tras los meses complicados que han vivido tras la emergencia sanitaria.
Bertha Rodas, comerciante de pollos en el mercado San Juan, afirmó que las ventas de este producto alimenticio ha incrementado más del 100 por ciento, ya que antes vendía en promedio 60 pollos y ahora supera los 120, lo cual representa un beneficio económico.
"Las personas están viniendo a comprar sus pollos, ya que este producto es el que más consumen las familias tapachultecas. Tenemos pollos desde los 130 hasta los 160 pesos, todo depende del tamaño y peso, pero está accesible al bolsillo de los clientes", abundó.