Símbolos en telares, en Chiapas los bordados cuentan historias

Los tejidos tradicionales chiapanecos están hechos con técnicas que se han transmitido por generaciones. Cada telar cuenta con símbolos y colores con un significado propio

Beriah Jiménez / Diario del Sur

  · domingo 4 de agosto de 2024

La cultura del bordado pasa de generación en generación entre las mujeres indígenas de Chiapas/ Foto: Cortesía / Corazón Chiapaneco

Chiapas, un estado ubicado en el sureste de México, es reconocido por sus hermosos tejidos tradicionales que reflejan la rica diversidad cultural de la región. Los tejedores chiapanecos han mantenido vivas las técnicas y los diseños autóctonos, transmitidas de generación en generación. creando piezas de arte textil únicas que transmiten historias y símbolos de la identidad chiapaneca. Tanto así que el Sistema de Información Cultural tiene en inventario los textiles indígenas en Los Altos de Chiapas como patrimonio cultural inmaterial.


Historia de los textiles indigenas

Marité Nandayapa Vargas, experta en la cultura textil de Chiapas y directora de cultura, arte y patrimonio en Chiapa de Corzo, destaca que la influencia del bordado español en la vestimenta de las mujeres chiapanecas data desde al menos 1800, aunque la fecha exacta de su adaptación no está documentada con precisión. A partir de esta época, se encuentran evidencias de mujeres que heredaron estas tradiciones en el arte del vestir y bordar. Añade que la prenda fue cambiando hace más de 200 años, ante la llegada de los españoles que aplicaron diversos cambios. El cambio más significativo se registró alrededor de 1900, cuando, adaptándose para las festividades, se introdujo en la camisa (blusa) una técnica española con bordado de fantasía. En esta técnica, el fondo negro se convierte en la superficie bordada, mientras que el blanco forma el fondo. Este estilo evolucionó inicialmente en la camisa, presentando flores de tamaño reducido que, con el tiempo, experimentaron un aumento gradual.

De acuerdo a la historia, se dice que en el año 1947, la señora Eloina Ríos Madrigal innovó al teñir el tul de negro, introduciendo la técnica conocida como embollado, endentado y regresado. Posteriormente, alrededor de 1962, surgió la técnica del petatillo, que consiste en bordar entre los cuadritos del tul, simulando el tejido de los petates. Esta técnica, proveniente de una imitación de las chalinas españolas, marcó otra fase crucial en la evolución del bordado chiapaneco. Además, añadió que este traje es originario de Chiapa de Corzo y representa al estado de Chiapas en cualquier evento, conservando los bordados en su forma original tanto en las camisas como en la falda.

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Telas chiapanecas con bordados florales de Zinacantán, Chiapas / Foto: Archivo / OEM

Simbolismo y técnicas ancestrales

Arturo Gómez Martínez, profesor-investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destacó en la conferencia inaugural del Festival Anual de Textiles (Fatex) que los textiles indígenas son parte de la producción intelectual de los pueblos originarios, no son artesanías ni arte popular. En los textiles indígenas de los Altos de Chiapas, se plasman diversos símbolos ancestrales como el tiempo y el espacio de los mayas; mitos y significados cosmogónicos como las estrellas y el firmamento, el ciclo de la vida, la flora y la fauna, sustento de los hombres. Así como la historia, la conquista y el resurgimiento.

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Las mujeres aprenden las técnicas del tejido en telar de cintura y los significados de los símbolos a muy temprana edad, de sus madres, abuelas y bisabuelas. Aprenden primero a formar la urdimbre, la cual determinará el largo de la tela; luego la trama, sobre la cual entretejen los hilos coloridos que van formando los símbolos de su cosmovisión ancestral.

Los telares tienen distintos símbolos y cada uno de ellos tiene su significado / Foto: Archivo / OEM

Los diseños y figuras en los tejidos de telar de cintura tienen significados profundos y simbólicos. En Chiapas, estos patrones no solo embellecen las prendas, sino que también narran historias y tradiciones.

  • Grecas y rombos: Representan la tierra y la fertilidad, elementos esenciales en la cosmovisión indígena.
  • Animales: Figuras de aves, serpientes y jaguares son comunes, simbolizando la conexión con la naturaleza y los espíritus protectores.
  • Figuras humanas: Suelen representar ancestros o deidades, recordando la importancia de la comunidad y la espiritualidad.
  • Elementos naturales: Flores, estrellas y paisajes reflejan la belleza del entorno natural de Chiapas y la armonía entre el ser humano y su ambiente.
  • Triángulos: Representan la masculinidad, el fuego y el espíritu.




El proceso de creación con el telar de cintura

El proceso es meticuloso y requiere gran habilidad. Un bordado chiapaneco comienza con el tejido del lienzo en el telar de cintura. Se fija a la cintura de la tejedora y a un punto fijo, como un árbol o una estaca. Este método permite que la tejedora tenga control total sobre la tensión y el patrón del tejido. Posteriormente, se dibuja a mano el diseño sobre el lienzo y se empieza a bordar, ya sea a mano o a máquina.

El bordado a mano, una herencia tzotzil, es una habilidad que las artesanas aprenden desde niñas, con muchas dominando la técnica a los nueve años. Este minucioso trabajo puede tardar aproximadamente 20 días en completarse, resaltando la dedicación y el detalle involucrados.

Mujer bordando entre telares en exhibición. Zona Sierra de Chiapas / Foto: Cortesía / visitchiapas


  1. Selección del hilo: Se eligen hilos de algodón, lana o fibras sintéticas, que son teñidos con colores naturales obtenidos de plantas y minerales de la región.
  2. Montaje del telar: El telar se arma con una serie de varillas de madera y se sujeta a la cintura de la tejedora, creando un marco flexible que permite el movimiento necesario para tejer.
  3. Creación del urdimbre: La urdimbre es el conjunto de hilos longitudinales que se extienden a lo largo del telar. La tejedora los organiza y ajusta la tensión adecuada.
  4. Tejido: Con una lanzadera, la tejedora pasa hilos transversales (trama) a través de la urdimbre, creando el tejido mediante un patrón específico. Este proceso puede tomar desde días hasta semanas, dependiendo de la complejidad del diseño.

Los bordados representativos de Chiapas

Zinacantán:En la región de Zinacantán, los bordados se caracterizan por sus grandes flores de colores vibrantes como azules, rojos carmín y morados. Utilizando principalmente el telar de cintura y la técnica de punto de cruz a mano, estas piezas destacan por su detallado trabajo artesanal. Aunque recientemente se ha incorporado el bordado a máquina, esto no ha restado dificultad ni majestuosidad a los diseños tradicionales.

San Andrés Larráinzar:En San Andrés Larráinzar, predominan los trajes tradicionales en colores rojo y negro sobre fondos blancos. Estos trajes, elaborados en telar de cintura y algodón, presentan formas de rombos y grecas que simbolizan aspectos importantes de la cultura local.

San Juan Chamula:Debido a las bajas temperaturas de la región, los textiles de San Juan Chamula son elaborados en lana de borrego. Además, se han adoptado blusas de colores brillantes, manteniendo la tradición y adaptándose a las necesidades contemporáneas.

Una tienda de ropa bordada en San Juan Chamula / Foto: Cortesía / Rutopia

Tenejapa:En Tenejapa, los textiles se confeccionan en telar de cintura con bordados en colores verde, negro y naranja, utilizando tintes naturales. Los diseños incluyen grecas y rombos de mayor tamaño, reflejando la rica tradición textil de la zona.

Pantelhó:Los bordados de Pantelhó destacan por sus formas zoomorfas como sapos, jaguares y estrellas, así como por las franjas verticales de colores, especialmente en tonos rojos. Una técnica notable utilizada es el "sombreado o punto perdido", que requiere una gran habilidad y precisión.

Chenalhó:En Chenalhó, los bordados se caracterizan por figuras de rombos en algodón, con un detallado brocado alrededor del cuello del huipil. Los colores predominantes son el naranja, rojo carmín y morado.

Una mujer mostrando sus telas ya terminadas / Foto: Archivo / El Heraldo de Chiapas

El legado textil de Chiapas

El tiempo que las artesanas dedican a cada pieza es inmenso. Desde el amanecer hasta el atardecer, se sientan pacientemente ante sus telares, tejiendo no solo hilos, sino también sus historias y sueños. Cada movimiento de la lanzadera es un reflejo de su amor por la tradición y su conexión con sus ancestros.

Las artesanas de Chiapas pasan incontables horas en este laborioso proceso. A menudo, estas mujeres trabajan en comunidad, compartiendo técnicas y experiencias, creando un ambiente de colaboración y aprendizaje. Este tiempo compartido no solo fortalece los lazos comunitarios, sino que también asegura la transmisión de conocimientos a las nuevas generaciones.

Así lucen los trajes típicos chiapanecos / Foto: Archivo / El Heraldo de Chiapas

El telar de cintura no es solo una técnica de tejido; es un vínculo vivo con el pasado, una forma de preservar la identidad cultural y una demostración de la destreza artesanal de las mujeres chiapanecas. Cada pieza creada es única, cargada de significado y hecha con dedicación y amor por la tradición.

Los bordados son arte y una fuente crucial de sustento para muchas familias en Chiapas. Las artesanas, a través de sus textiles, contribuyen significativamente al bienestar económico de sus comunidades al expresar su creatividad y visión del mundo.