Camuflados como agencias de viajes turísticos en distintos países de Centroamérica y el Caribe, traficantes de humanos conocidos como “coyotes o polleros”, ahora utilizan redes sociales para promocionar sus servicios en diferentes plataformas digitales, incursionando recientemente en la aplicación de Tik Tok.
La mayoría de los migrantes que utilizan este tipo de servicio se arriesgan no solo a ser timados, sino al peligro que corren durante el trayecto o desplazamiento por las rutas migratorias de la entidad y el país.
Migrantes que han utilizado el servicio aseguran que éstos traficantes de humanos tienen compradas a las autoridades mexicanas en las famosas “líneas” o trayectos en donde se localizan los puntos de revisión oficiales, y se manejan otorgándoles una clave secreta para evitar que sean molestados o asaltados.
En entrevista con quien por su seguridad decidió que se le nombre como el “AK-47”, este dijo que su centro de operación es Cuba, en donde abrió una agencia de viajes en la que ofrecen boletos de avión en 3 mil 600 dólares, más el servicio VIP que tiene un costo extra de mil 200 dólares, incluyendo los pagos de seguridad para llegar hasta su destino en Tapachula, Chiapas en México.
“Utilizamos la plataforma de Tick Tok que es la que está de moda. Nos sirve para dar a conocer testimonios de que la gente llegó con bien a su destino. No hay robos, ni muchos menos amenazas con armas de fuego. Tenemos comprada a la policía, utilizamos claves y sobre todo algunos sellos, cada uno de su empresa, nos evitamos confrontaciones y efectivamente siempre hay un peligro.
Nosotros pagamos piso, se nos hace fácil pasar desapercibidos como agencias de viajes, lo cual sí nos da muchas ganancias y tratamos de que no existan márgenes de error. Actualmente solo hay vuelos de avión de Cuba con hay salidas a Perú, Guyana, Nicaragua y Rusia, todos los demás movimientos son en transporte público. Al ver que los familiares llegaron con bien la misma plataforma nos sirve como prueba del ejercicio que hacemos”, puntualizó.
Un testigo, identificado como Yadiris N., de 45 años y nacionalidad cubana, compartió en exclusiva para Diario del Sur que efectivamente había contratado el servicio de cruce a través de redes sociales. Según explicó, la garantía de éxito era que otros familiares ya habían cruzado de esta manera, lo cual ha convertido esta práctica en una tendencia cada vez más común.
Recalcó que el motivo del porqué abandonó su país que la vio crecer, junto a su pareja con quien procreó dos hijos de 23 y 14 años, fue la mala economía.
“La situación fue muy difícil por el tema del dinero, tuvimos que vender la mayoría de aparatos electrodomésticos, todo lo que pudiera generar, ya que los salarios son muy bajos y juntar tan solo mil dólares es como si te sacaras la lotería. Aunque no tuve la oportunidad de terminar una carrera estuve trabajando en una sociedad cooperativa para poder aportar a casa pero no fue suficiente, con el dolor en mi corazón tuve que dejar en esta ocasión a mi pareja y mis niños”, explicó, al tiempo de añadir que salió en avión directo a Bogotá, para después tener como primer paso Nicaragua, en donde al acabarse el poco dinero que juntó decidió quedarse cinco meses sin conocer a nadie, solicitando un trabajo como lavaplatos en un restaurante y de ahí siguió con la plataforma para seguir en contacto con “el coyote”.
Durante el trayecto de Nicaragua a Tapachula, Chiapas, Yadiris tomó valor al subirse al autobús de pasajeros en donde el chofer manejaba como si se tratase de un vehículo de carreras. Tenía el temor de perder la vida en una colisión. Su refugio fueron dos cubanos (madre e hijo), que viajaban con el mismo destino, a pesar de que la amistad no fue profunda su consuelo fue tener solo comunicación con ellos, después se despidieron ya que se iban a mover por puntos diferentes en la ciudad.
Dijo que consiguió un trabajo como ayudante de cocina en un botanero al sur oriente de Tapachula, en donde le dan alimentos, por lo que ha logrado mantener comunicación con su familia y su único sueño es llegar a Estados Unidos para poder ayudarlos.
“Me han ofrecido que sea mesera o lo que ustedes llaman ‘fichera’, pero la verdad no me interesa, quiero algo honrado, no donde quieran tocarme. Afortunadamente en mi trabajo no me discriminan por ser ilegal, me he recomendado gracias a Dios”, recalcó.
Karla es otra migrante que fue encontrada laborado en un bar e informó que utilizó las aplicaciones para poder llegar hasta Tapachula y se le hizo algo ya muy normal, aunque desconoce en realidad cómo se llaman los “polleros” pero que cuando llegó a la ciudad grabaron un video en donde le cuestiona el chofer si le pidieron más dinero del que había pagado o si se le molestó en algo y aunque no le gustó que lo hicieran sabía que era para reportarse con los patrones.
“Soy fichera y por cada copa que me pida el cliente me dan un porcentaje, la verdad no me gusta lidiar con borrachos, pero la verdad es dinero fácil. Apenas y me alcanzó para salir de Cuba, esperaré unos meses aquí en Tapachula después haré mi cita CBP-ONE para poder llegar a los Estados Unidos”, puntualizó.