A pesar de los esfuerzos de ambientalistas y personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), persiste el tráfico ilegal de aves y otras especies en la Biosfera de la Encrucijada.
La reserva de la biosfera de la Encrucijada contempla 164 mil 868 hectáreas que abarca desde Mazatán hasta Pijijiapan, es una de las zonas más importantes de la frontera sur por sus diversos tipos de especies que tienen su hábitat en este lugar.
El responsable del área de turismo de la CONANP, Gerardo Pérez Galdámez, dio a conocer que unas de las principales amenazas de la Biosfera de la Encrucijada es el tráfico de especies de aves por parte de comuneros y delincuentes que hacen de esta actividad ilícita su principal fuente de ingresos.
Dijo que pericos, loros y cotorras, son las principales especies de aves que están en peligro derivado del tráfico ilegal que persiste en esta área natural protegida y que cada año se ha ido incrementado por parte de personas que se dedican al comercio ilegal.
Señaló que desafortunadamente en la Costa y Soconusco las familias tienen la mala costumbre de tener como mascotas este tipo de aves, cuyas poblaciones han ido disminuyen cada año debido a esta práctica ilegal.
"El tráfico ilegal de pericos, loros y cotorras pone en peligro a las especies de aves, muchas de ellas en peligro de extinción, ya que lamentablemente las familias las adquieren como mascotas", sostuvo.
El entrevistado puntualizó que por parte de Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas a cargo de la Biosfera de la Encrucijada realizan pláticas de concientización en las comunidades para frenar el tráfico de aves y de otras especies, sin embargo, los comuneros continúan con sus prácticas.
Mencionó que realizan recorridos de vigilancia por parte de diversas autoridades, sin embargo, por la orografía de la zona es muy difícil frenar las actividades ilícitas que amenazan esta área natural protegida.