Guadalupe Tapia, supervisora jubilada con 53 años de servicio, comparte con Diario del Sur su inspiradora trayectoria en el mundo de la educación. Desde muy pequeña, sabía que quería ser profesora. "Me gustaba enseñar a leer a mis amigos y veía el gran interés de mis maestros para que aprendiéramos", recuerda.
Esta pasión la llevó a estudiar la normal en 1970, a la edad de 14 años, comenzando así su carrera como maestra de primaria en las escuelas Ramos Millán y Teodomiro Palacios.
Estudió en la normal superior en la Ciudad de México y, después de su primer año, comenzó a enseñar a nivel secundaria. "Mis alumnos aprendían fácilmente lo que les enseñaba, y eso me motivaba a seguir transmitiendo mis conocimientos", relata. En 1992, fue nombrada directora de la Escuela Secundaria del Estado (CES) y, en 1996, se convirtió en supervisora de base de la zona escolar 006, que luego se dividió en la zona 008, cargo que desempeñó hasta su jubilación el 1 de enero de 2024.
Inspiración para dedicar más de cinco décadas a la enseñanza
Dedicó más de 53 años a la educación, desempeñándose como maestra de primaria y secundaria, coordinadora de la escuela Teodomiro Palacios, directora de secundaria en la Escuela Secundaria del Soconusco y, finalmente, supervisora. "Ver a los alumnos destacarse y a los maestros dedicados me animaba a seguir con entusiasmo cada año escolar", comenta. Los logros obtenidos, como los primeros lugares a nivel estatal de su zona escolar, son recuerdos que guarda con cariño.
Cambios significativos en el sistema educativo
A lo largo de su carrera, Lupita, como muchos le dicen con cariño, ha observado numerosos cambios en el sistema educativo. "Antes, el maestro enseñaba y el alumno era un receptor, un enfoque conductista. Luego, se pasó al constructivismo, donde el maestro es un facilitador y el aprendizaje es colaborativo", explica. Además, destaca que actualmente se ha dado más importancia a la inclusión y la igualdad en las escuelas, promovidas por el Estado para garantizar los derechos de los niños y adolescentes.
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El papel del supervisor educativo
Para nuestra entrevistada, el papel más importante de un supervisor educativo es ser un acompañante y orientador de los maestros. "El supervisor debe respaldar y orientar a los docentes para un excelente desarrollo. Esto se refleja en la felicidad y participación de los alumnos, preparándolos para enfrentar la realidad con éxito", señala.
Consejo para los nuevos profesores
Guadalupe Tapia aconseja a los nuevos profesores tener vocación y amor por la enseñanza. "Nuestra profesión es muy humana y social. Debemos prepararnos bien para ser excelentes maestros y asegurar una buena formación para los niños y jóvenes, quienes serán el futuro de México", concluye.