Unos venden y otros son amolados, solapados por la autoridad

El ayuntamiento permite que algunos comerciantes abran; ambulantes se han adueñado de las calles

Eduardo Torres | Diario del Sur

  · jueves 21 de mayo de 2020

Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur

La 9ª calle Poniente entre 6ª y 8ª avenida Norte se ha convertido en una frontera imaginaria y de ilusión: de un lado de la calle los comercios cerrados y del otro, los que sí abren y reciben gente.

Incluso, varios ambulantes se han comenzado a posicionar en puntos donde consideran aumentarán sus ventas que se han visto afectadas por la pandemia.

El Ayuntamiento de Tapachula hasta ayer mantuvo acordonado todo el primer cuadro de la ciudad, incluso hay policías municipales en los accesos a as personas. Si alguien asegura que va a alguna sucursal bancaria dentro del área encapsulada, solo le levantan la cinta amarilla y lo dejan pasar tranquilamente.

Mientras se insiste en querer ingresar a la calle cerrada, el oficial con gesto prepotente sentencia "aquí no se pasa, si quiere hacerlo vaya a pedir un permiso especial a la presidencia".

Las cortinas de los comercios de la periferia están abajo, cerradas sin novedad en torno a cuándo pudieran ser abiertas.

Al cruzar a la otra frontera sobre las calles 6ª y 8ª Norte, comercios del giro mercantil, gastronómico y demás operan sin ninguna medida sanitaria, mientras a unos pasos policías y personal de la Secretaría de Servicios Públicos observan.

Ferreterías, pollerías, agencias de viajes, comedores, hoteles que alojan migrantes y otros, siguen su actividad normal y el flujo de personas persiste. Diario del Sur charla con la empleada de una lavandería que ha quedado atrapada en la 9a calle Poniente, donde convergen los negocios abiertos y cerrados.

Dice que a pesar de mantener el negocio abierto, las ganancias por el lavado de ropa se han desplomado.

La inoperancia de los trabajadores del Ayuntamiento local ha provocado una irregularidad entre las medidas tomadas para que operen los comercios del centro.

Muestra de la desigualdad es la marcha que encabezaron este miércoles empresarios y comerciantes, ya que mientras unos sufren las pérdidas monetarias por el cierre de sus negocios, otros operan con normalidad, incluso, vendedores que a media calle comercializan sus productos.

La 9ª calle Poniente entre 6ª y 8ª avenida Norte es la división de la desigualdad que mientras a unos les permite recuperarse económicamente.

CG