DATO: 1990 la Organización Mundial de la Salud desclasificó la homosexualidad como un trastorno mental.
Organizaciones de la sociedad civil, agencias internacionales e instituciones gubernamentales que conforma la Mesa de Género y Migración, exigen que los Estados deben proteger a migrantes y refugiados lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero (LGTBI) y fomentar condiciones dignas para el ejercicio de sus derechos humanos y su integración, lo que se logra al proveer servicios adecuados y no discriminatorios con los que viven a diario.
También solicitaron la creación de entornos seguros y acogedores para que tengan confianza de compartir sus preocupaciones y necesidades, ya que las personas refugiadas y migrantes LGBTI están sujetas a formas múltiples de discriminación, tanto por su origen nacional y estatus migratorio, como por su orientación sexual, características sexuales, identidad de género y expresión de género.
Ya que, esto se vuelve aún más urgente en el contexto de la contingencia sanitaria por COVID-19, ya que las personas LGBTI pueden experimentar impactos adversos al estar más expuestos al aislamiento, la estigmatización, la violencia, el abuso, la discriminación y la explotación, porque tener que permanecer en confinamiento con personas que no respetan su identidad de género u orientación sexual.
Asimismo, los impactos económicos de la pandemia pueden aumentar el riesgo de que las personas LGBTI refugiadas y migrantes enfrenten mayor marginalización y precariedad, lo que aumenta en sí mismo la exposición al nuevo coronavirus.
Por ello, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, ha dicho que la creación de espacios seguros para solicitantes de asilo y refugiados LGBTI es esencial para que no se sientan forzados a ocultar su orientación sexual o identidad de género y estar protegidos.
Lee también: Por cierre de albergues pasan la noche en las calles
Asimismo, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) ha resaltado que las desigualdades profundamente arraigadas y la estigmatización de las personas LGBTI obligan a muchas de ellas a emigrar lejos de sus comunidades corriendo muchos riesgos en el proceso.
En el caso de niñas, niños y adolescentes de la comunidad LGTBI migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, los riesgos a sufrir abuso, maltrato, violencia sexual y discriminación se intensifican por su minoría de edad y, sobre todo, por su condición migratoria irregular que padecen, porque no se les considera sujetos de derechos y tampoco existen políticas públicas adecuadas para su protección.
Desde la Mesa de Género y Migración manifiestan su preocupación y rechazo a los altos índices de violencia, incluyendo el aumento de crímenes de odio, que se registran contra personas LGBTI refugiadas y migrantes.
/JO