Por el desorden y la falta de respeto de algunos migrantes, habitantes de la colonia San Antonio Cahoacán piden el Instituto Nacional de Migración, realicen un operativo a las afueras del albergue Diocesano Belén.
Señalaron que no están en contra de las personas que salen de su país en busca de una mejor oportunidad de vida, sin embargo, hay migrantes que no respetan las leyes mexicanas y son groseros.
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Alfredo de la Cruz Cordero, de la Asociación Nueva Generación Vinculación Social, señaló que este problema es una constante por la crisis migratoria que se vive con la llegada de cientos de migrantes de diferentes nacionalidades que llegan a Tapachula, recordó que ya habían vivido un problema como este cuando el albergue estaba a cargo de Flor María Rigoni, pero a través de la intervención del obispo Jaime Calderón Calderón se controlo y ahora a regresado de nuevo.
“Ya mandamos un oficio al nuevo delegado del Instituto Nacional de Migración de Chiapas, Carlos Alberto Santiago Hernández, para que haga operativos en la colonia del albergue, así como a diferentes casas de la colonia en donde viven migrantes”, expresó.
Añadió que los migrantes que han llegado a San Antonio Cahoacán interrumpen la paz de la colonia, pues hacen sus necesidades en las calles, toman, fuman mariguana y le faltan el respeto a niñas, niños, así como a mujeres, por eso también hacen un llamado a la policía municipal a que aplique el mando municipal y detenga a los migrantes que beben en la calle y se drogan en la vía pública, como ocurre con los mexicanos que violentan la ley.
El líder social, precisó que los migrantes se encuentran en todos los puntos cardinales del albergue Belén y nadie les dice o pueden hacer algo, ya que hay personas que son muy violentas, “Si los elementos de la policía municipal de la ciudad ven a los migrantes tomando, fumando mariguana o haciendo escándalos los deben levantar como lo indica el mando del buen gobierno y deben temer por la intervención de los derechos humanos, pue los están detenido por cometer una infracción”, abundó.
Finalmente, pidió al obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, que intervengan como lo hizo en años anteriores para que vivieran en paz por mucho tiempo, lo cual, ya actualmente están pasando por lo mismo.
