Vendedores ambulantes de Tapachula, que intentan comerciar algo durante el día para comprar la alimentación diaria para sus hijos, son de los sectores más golpeados por la pandemia del Covid-19, ya que a parte de las bajas ventas que registran diariamente, tienen que enfrentar el cobro de piso de la Secretaría de Servicios Públicos, de lo contrario tienen que enfrentar el acoso y maltrato de los inspectores, que a diario les quitan su dinero bajo la amenaza de arrebatarles sus productos.
Guadalupe "N", quien por temor a represalias pidió omitir su nombre, afirmó que tienen que pagan de mil 500 hasta 3 mil pesos mensuales por ocupar alguna esquina del primer cuadro de la ciudad, cuyo costo varía dependiendo el lugar donde estén ubicados.
Dijo que el pago lo realizan de manera total y a cambio reciben un boleto sin sello de la tesorería municipal, el cual tienen que mostrar a los inspectores de servicios públicos para no ser molestados en sus actividades, por lo que consideran que el recurso no llega a las arcas municipales.
Se estima que tan solo en el primer cuadro de la ciudad existen aproximadamente más de 3 mil vendedores ambulantes, quienes se ven obligados a realizar el cobro de piso para poder realizar sus actividades, cuyos recursos se desconoce en manos de quien quedan.
Detalló que por la situación de crisis que están viviendo los comerciantes ambulantes, no están en condiciones de compartir parte de sus ganancias a los inspectores de servicios públicos que, no les expiden ningún recibo por la cantidad que les otorgan para dejarlos trabajar.
Por su parte, María "N", canastera en el mercado San Juan, pidió a la administración, que encabeza Rosa Irene Urbina Castañeda corregir las prácticas que hacen actualmente algunos funcionarios municipales de servicios públicos, en relación al cobro de piso para poder vender, ya que el monto a pagar ha crecido de manera exagerada.
Puntualizó que lo que actualmente los funcionarios municipales les piden para poder vender a las afueras del mercado San Juan, rebasa en mucho lo que comercializan en un mes, por lo que el costo que tienen que pagar, lo consideran muy alto, y ello origina que no puedan llevar el sustento de sus familias.
"Nos están cobrando 50 pesos diarios y no nos expiden ningún recibo oficial, además no sabemos a dónde van a parar esos recursos, porque no hay ninguna inversión en el mejoramiento del mercado, el cual se encuentra deteriorado en la pintura y muy sucio.
Finalmente las entrevistadas pidieron a la alcaldesa de Tapachula, que si no hay nada de apoyo para ellos, cuando menos que ordene frenar el acoso que sufren diariamente con los inspectores de servicios públicos, pues consideran que no están robando ni cometiendo ningún delito, únicamente piden mayor tolerancia para facilitar la venta de su mercancía.
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