La situación por la que pasan las tortillerías establecidas en Tapachula es preocupante, derivado del aumento de la materia prima y las condiciones desleales que ha propiciado la venta ambulante de este producto de primera necesidad, lo que ahoga la economía de los industriales de la masa y la tortilla.
El presidente del consejo de industriales de la masa y la tortilla en Tapachula, Alejandro Ricaldi Jiménez, afirmó que muchos negocios comercializan su producto de forma insalubre a través de la venta en motocicletas de casa en casa, que ofertan 800 gramos a 18 pesos, lo que representa una competencia desleal.
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Dijo que esta situación ha afectado seriamente a los empresarios debidamente establecidos, que pagan impuestos y salarios, además que se han preocupado por cumplir con todas las indicaciones legales y sanitarias, por lo que al haber una competencia desleal las autoridades deben intervenir para sancionar a quienes no cumplen la ley.
Señaló que si la población comprara en tortillerías establecidas, darían un respiro económico a los empresarios y se seguirían sosteniendo los empleos, sin embargo, la venta ambulante indiscriminada de tortilla los ha puesto en jaque, aunado a la escalada de precios en insumos y servicios.
Detalló que en la ciudad se ofertan este producto hasta en talacheras, tienditas de la esquina, depósitos de cerveza, entre otros negocios que no tienen relación con este giro comercial, por lo que es necesario una mayor vigilancia de las autoridades.
Indicó que en estos lugares ni los vendedores en motocicletas ofrecen higiene del producto, mucho menos kilos completos, pero desafortunadamente la población ya no quiere caminar hasta la tortillería por lo que, estas condiciones han reducido sus ganancias.
Lamentó que ninguna autoridad sanitaria supervise la venta de tortilla en lugares insalubres, por lo que la población corre el riesgo de contraer alguna enfermedad, además no han garantizado que estos establecimientos, brinden las condiciones adecuadas para la venta de este producto.
Mencionó que aunque se ha expuesto esta situación en innumerables ocasiones, la autoridad sanitaria hace caso omiso a las peticiones de los industriales de la masa y la tortilla que a diario se enfrentan con una situación económica difícil, derivado del incremento de insumos y servicios, pago de impuestos, empleados, locales y certificaciones.