Sin obstáculos en la carretera y con temperaturas extremas superiores a los 38 grados más de 3 mil extranjeros de Centro, Sudamérica y del Caribe, partieron del parque Bicentenario en Tapachula hacia la Ciudad de México, en el denominado Viacrucis Migrante 2023.
Con mochilas sobre el hombro cargadas de sueños e ilusiones, los migrantes buscan caminar más de mil 150 kilómetros hasta la Basílica de Guadalupe con la intención de exigir justicia por los 40 extranjeros que perdieron la vida en el incendio de la estación migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua y para dar a conocer el calvario que viven en México en ruta migratoria.
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El parque Bicentenario fue el punto de reunión de los migrantes, quienes pernoctaron para salir en las primeras horas del domingo hacia la Ciudad de México en la primera caravana masiva del 2023.
A las 5: 30 de la mañana, los organizadores del Viacrucis a través de megáfonos pidieron a los migrantes recoger la basura y dejar limpio el lugar, que hasta la mañana del domingo fue su campamento improvisado.
Tras elevar un plegaria a Dios y pedir su protección durante el recorrido, los migrantes salieron a las 6 de la mañana del parque Bicentenario y recorrieron el centro de la ciudad para luego avanzar por la carretera Costera hasta Viva México, que será el primer punto de descanso.
Una cruz de madera y algunas pancartas encabezan el grupo, en donde se exige justicia por los 40 migrantes al considerar que es un crimen de estado.
El contingente avanzó sin ningún obstáculo por la carretera Costera, ya que no fueron interceptados por elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), ni de la Guardia Nacional, e incluso, en el puesto de revisión ubicado en Viva México, no hubo vigilancia por lo que caminaron sin problemas.
Irineo Mujica, director de Pueblos Sin Fronteras, dio a conocer que el contingente estima recorrer más de mil 150 kilómetros en 10 días, y avanzar por las mañanas y noches, ya que caminan muchas mujeres y menores de edad.
Dijo que buscan con el Viacrucis, representar el calvario que viven los migrantes en su ruta migratoria, propiciado por la lentitud de los procesos de regularización en México, por la persecución del Instituto Nacional de Migración (INM), por lo que exigen la desaparición de esta dependencia.
Señaló que muchos de los migrantes llevan meses en espera de documentos por parte del Instituto Nacional de Migración, pero desafortunadamente no han encontrado respuesta, por ello, han decidido caminar hacia el centro de México.
Detalló que la cruz representa la difícil situación que enfrentan diariamente los migrantes estar fuera de su país, encadenados a un sueño que no se les permite realizar y como un viacrucis cada día, sin recursos económicos, alimentos, lugar donde dormir y sin esperanzas de atención.
Indicó que los migrantes han sufrido de las prácticas dilatorias del INM, quien los mantiene retenidos en Tapachula y bajo el acecho de ser detenidos en las redadas que realizan en la ciudad para luego deportarlos a sus países de origen.
Con temperaturas de alrededor de 38 grados, los miles de migrantes, entre ellos mujeres, niños y discapacitados avanzaron por la carretera Costera, bajo los incandescentes rayos del sol, que poco a poco fueron menguando las energías.
Ambulancias de Protección Civil y de la Secretaría de Salud, así como personas de Organizaciones no gubernamentales acompañaron al contingente y brindaron primeros auxilios a quienes resintieron la ola de calor.
Muchos padres avanzaron los primeros 15 kilómetros con sus niños sobre sus hombros o en carriolas, mientras que lo caliente del pavimento laceraba sus pies, pero pese a las condiciones climáticas caminaron con las esperanzas firmes de un mejor futuro.
Karla "N", migrante Guatemala, viaja junto a su niña de 6 años, y a pesar de lo difícil del camino asegura que nada la detendrá en su objetivo: llegar a los Estados Unidos y lograr un mejor porvenir para ella y su hija."Es duro porque el calor es intenso y hay que avanzar con el ritmo que marca la caravana, pero no vamos a rendirnos, así caminemos un mes vamos hacerlo, porque venimos dispuestos a todo", sostuvo.
Por su parte, Luis "N", migrante de Honduras, informó que es lamentable el trato que les dan a los migrantes en México, a quienes no se les respeta sus derechos humanos, y los obligan a permanecer en la opresión al negarles documentos para seguir su camino sin complicaciones, por lo que no tienen otra opción que salir caminando.
Puntualizó que los migrantes no quieren estar en Tapachula, por ello piden al Instituto Nacional de Migración que les otorguen los documentos para que puedan avanzar su camino, ya que salieron de sus países en busca de una mejor vida.
"Ya no aguantamos más esta situación, pedimos a Dios que toque los corazones de las autoridades para que nos dejen avanzar, además exigimos justicia para nuestros compañeros que perdieron la vida en la estación migratoria", abundó.
Los más de 3 mil migrantes descansan esta noche en el ejido Álvaro Obregón, tras caminar alrededor de 15 kilómetros desde la ciudad de Tapachula. Fue en la cancha del ejido donde todos se reunieron para poder tomar energias y posteriormente continuar su camino el día de mañana. En el lugar algunos pudieron juntar dinero para conseguir algo para comer.