Otra vez. Las filas de transmigrantes regresaron a la frontera con Guatemala, en una nueva negligencia por parte de las autoridades aduanales de México, que no depuran el paso de estos conductores procedentes de distintas partes de la unión americana.
Los mancuerneros han comenzado a llenar las calles de Talismán, así como la carretera que conduce de Tuxtla Chico a este puerto fronterizo.
Y aunque el cúmulo aún es mediano, los transmigrantes han señalado que por la pandemia un buen número de sus compañeros se quedaron atorados en Estados Unidos, por lo que este fin de semana comenzarán a arribar a la frontera sur, en su búsqueda de llegar a Centroamérica.
“Estamos aquí parados y lo único que necesitamos es que nos den paso, sabemos que apenas a fin de año hubo un gran problema porque todo esto se atascó”, señaló Carlo Jan, uno de lo guatemalteco proveniente de Texas.
Y es que apenas en diciembre, la demora de las autoridades del Servicio de Administración Tributaria (SAT), provocó que más de dos mil mancuerneros quedaran atascados en esta frontera entre Chiapas y Guatemala, mismos que desvelaron una red de corrupción aduanal en la que se cobraban dólares por acelerar sus procedimientos y brincar a cientos que estaban a la espera.
En esta ocasión, los transmigrantes ya han formado la fila que habitualmente se nota en las dos curvas que comprenden el tramo del entronque a Cacahoatán hacia Talismán.
Esta situación provoca que se corra riesgo de un accidente, debido a que los vehículos con matrícula extranjera invaden carril al estar estacionados y los conductores tienen que oírse en una sola vía para transitar de ida o vuelta.
Hasta entonces, unos 300 permanecen a la espera que sus trámites se agilicen para poder acceder a territorio guatemalteco y continuar con su ruta a casa. Mientras que en la Aduana de Casa Roja, los guardias fiscales descansan ante el desinterés por atender a los transmigrantes.