Las regiones de la Sierra, Frontera, Frailesca y Costa de Chiapas desde el año pasado han presentado pérdidas millonarias, pues se ha perdido hasta el 30% de la producción de café, por los hechos de violencia, ante lo cual jornaleros de Guatemala no quieren venir a Chiapas recolectar el grano aromático.
Mencionó que hay preocupación de los más de 170 mil productores, ya que las pérdidas de la cosecha para fin de año y principios del próximo superan las que han tenido en los últimos dos años.
“La violencia está afectando a los pequeños, medianos y grandes productores de café, principalmente en la Sierra Madre de Chiapas, Frontera, Costa y Soconusco por los conflictos que hay”, expresó Anuario Luis Herrera Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café.
Añadió que no sólo el corte del café se ha visto afectado sino también su comercialización, ya que hay municipios donde grupos armados mantienen filtros en las carreteras y eso genera temor a compradores, mientras los productores no pueden movilizar su café por el miedo a que les quiten los carros y su cosecha.
Precisó que además hay muchas personas que se dedican a robar y actualmente están aprovechando lo que está pasando para cometer actos ilegales en los municipios en disputa haciéndose pasar por integrantes de grupos delictivos en conflicto.
Aseguró que desde el año pasado los productores han abandonado sus cafetales e incluso varias comunidades del municipio de Chicomuselo están vacías, y no pueden llegar por la violencia que se vive en esa región del territorio chiapaneco.
“Ya hemos planteado antes las diferentes instancias de gobiernos federal, estatal y municipal este problema para que se implementen operativos de seguridad que garanticen la protección de la producción de café, que ha sido la principal actividad económica en Chiapas e ingreso de miles de familias”, abundó
Destacó que el precio del café está alto en estos momentos, pero de nada sirve porque no hay cosecha y mucho menos se puede mover el producto por las carreteras de Chiapas por la violencia que hay desde hace más de un año.
Urgió a que se haga algo para establecer la paz y garantizar la seguridad, porque la cosecha del aromático grano empieza en noviembre o diciembre y si no se hace algo las pérdidas van a incrementar muchos más por la violencia que hay.
Puntualizó que es necesario que prevalezca la paz por el bien de todos los chiapanecos, pero principalmente, para los que hacen producir el campo y generan empleos para las familias.
Jornaleros temen trabajar en municipios en conflicto
Los productores de café en Chiapas han expresado su preocupación por la drástica disminución en la mano de obra disponible para la cosecha, ya que ha caído más del 50 por ciento por la violencia que se vive.
Explicaron que anteriormente, un promedio de 20 trabajadores se presentaban en promedio por parcela para cosechar el café en una parcela, pero actualmente solo han podido contar con 3 o 4 personas por el temor de la violencia en Chiapas.
Detallaron que en el caso de las parcelas más grandes, donde tradicionalmente empleaban alrededor de 50 personas, ahora apenas logran reunir entre 15 y 20 trabajadores, porque la inseguridad en la región ha generado un ambiente hostil, que desincentiva la llegada de mano de obra.
Indican los caficultores que la falta de jornaleros guatemaltecos en algunos casos es superior al 50%, ya que muchos de estos definitivamente han dejado de venir a las zonas productoras de café, lo que no solo afecta la cosecha, sino también amenaza su viabilidad económica a largo plazo e incluso no garantiza su integridad.
De acuerdo con datos proporcionados por los caficultores, la reducción en el número de jornaleros ha llevado a una disminución del 30% en sus ingresos económicos por la cosecha anterior y este año puede ser mucho más.
Ejemplificaron que si un productor antes generaba 100 mil pesos por su cosecha anual, actualmente no está obteniendo los mismos recursos económicos, lo que pone en riesgo su sustento, pues están perdiendo el 30% o más.
Los productores han solicitado el apoyo de las autoridades para abordar esta problemática, resaltando la necesidad de garantizar seguridad en las comunidades productoras, ya que son un entorno seguro, será difícil recuperar la mano de obra necesaria para llevar a cabo la cosecha.
Puntualizan que es importante que se tomen medidas urgentes para restaurar la confianza de los jornaleros y garantizar un entorno seguro para la producción agrícola en Chiapas, ya que de lo contrario se continuarán con las pérdidas.
Amatenango de más afectados por la violencia
Leticia Poumián, CEO de Ki-Muul Cafetería, reveló que Amatenango de la Frontera es uno de los municipios más afectados por la violencia, pues los productores han empezado a abandonar sus fincas por temor e incluso amenazas.
Explicó que los caficultores del serrano municipio enfrentan serios desafíos para mantener su actividad e incluso algunos han empezado a utilizar rutas alternativas, como los caminos de Guatemala, para poder comercializar su producto.
“Una de las cosas que nos preocupa en Chiapas es el tema de la seguridad para los productores, ya que se les ha complicado mover el café debido a la violencia”, expresando gran preocupación sobre el futuro de la producción, temiendo que se pierda por completo la caficultura en este municipio.
“Nosotros ya estamos empezando a analizar dónde comprar café en grandes volúmenes, porque no han podido ingresar al municipio a comprar café, lo cual, agravará la situación de los productores y nuestra operatividad como negocio”, abundó.
Leticia Poumián, hizo un llamado al nuevo gobierno para que se enfoque en mejorar la seguridad de Chiapas, ya que muchas comunidades están siendo abandonadas por la gente ante la violencia que viven.
“Chiapas, principalmente Amatenango de la Frontera es de los municipios más afectado por la inseguridad y varias comunidades se están convirtiendo en llamados ‘pueblos fantasmas,’ pues se están quedando sin gente”, abundó.
Puntualizó que el futuro de los cafeticultores de Amatenango de la Frontera depende en gran medida de que se resuelvan los problemas de seguridad y se brinde el apoyo necesario para mantener la producción de café para este año.