Rasgos de psicosis y zozobra se han ido apoderando de gran parte de las personas en Tapachula, una ciudad que hasta hace poco se caracterizaba por su estadía pacífica, pero que ante el incremento de las muertes violentas en diversos sectores y la desaparición de personas, han comenzado a generar temor entre la gente, al grado que muchos optan evitar salir sobretodo de noche, mientras el turismo procedente de Guatemala, ha dejado de ser tan presente los fines de semana, señalan comerciantes.
En lo que va de octubre han ocurrido la ejecución de una persona que apareció atado de pies y manos rumbo al ejido 20 de Noviembre, mientras que un hombre y un menor fueron asesinados a plena luz del día en céntrico sector.
Por la anterior situación hasta celebrar con fuegos pirotécnicos y el uso de motocicletas con modificaciones en el escape generan nerviosismo en la ciudadanía, al ligar los estridentes sonidos de las motos y bombazos de los cohetes con el sonido que generan las armas en las balaceras.
A lo anterior se suma que muchos tapachultecos han optado por evitar salir de sus casas (sobretodo por las noches), por el miedo a salir heridos e incluso se han dejado de practicar actividades deportivas, como echar la famosa "cascarita" de futbol entre vecinos o ir a cenar con los amigos o simplemente celebrar un cumpleaños.
Además los padres de familia ya no permiten que los niños jueguen en las calles, ante la preocupación de que grupos delictivos inicien un enfrentamiento y salgan heridos; y las plazas comerciales reportan que ya no hay la misma afluencia al cine o a cenar.
En entrevista con Aníbal Enrique Núñez Mejía, secretario de la organización de comerciantes llamada "PROCENTRO", detalla que la percepción de inseguridad es bastante alta por lo que hay temor. Dijo que hasta el sonido de las motos modificadas que circulan con escapes altamente ruidosos y que se asemejan a disparos con armas de fuego de alto calibre generan zozobra, sobre todo tras los enfrentamientos y balaceras que se han suscitado a plena luz del día y que han dejado personas sin vida y heridas.
“Solicito que las autoridades, llámese Tránsito o Vialidad Municipal realicen con mayor frecuencia operativos contra las motos con escapes modificados, ya que aparte de producir psicosis generan contaminación auditiva. Asimismo la ola de delincuencia que azota a los tapachultecos en estos momentos es inmensa, tanto que no sale en las noticias, hay cosas tan pequeñas que parecen insignificantes pero que pueden hacer un gran cambio, hay que ponerlo en práctica”, puntualizó.
Dijo que ya no se puede ir a comer un taco a la esquina, ante el temor de alguna tragedia, ya que como ciudadanos estamos expuestos, aunque no se involucre en actividades ilícitas.
“Ahora los tapachultecos tenemos que guardarnos en la casa a partir de las 8 de la noche. Las personas de la tercera edad que salían a caminar afuera en plena vía pública para desestresarse ya no lo pueden hacer. Toda esta situación no solo ha generado miedo sino también estrés, queremos sentirnos seguros”, recalcó.
Otro punto de vista fue el de Roberto Alejandro García Zenteno, representante de los empresarios del Sendero Peatonal quien explicó que el tema de seguridad es complicado desde que terminó el sexenio. Pareciendo como si se hubiera abierto la llave del agua dejando que la delincuencia opere a su gusto.
“En Tapachula en años anteriores no se veía esta violencia que actualmente se está proliferando hay más balazos que abrazos. No hay un lugar seguro ya en la ciudad, llámese colonia Centro o alrededores. Hasta en las plazas comerciales han ocurrido hechos violentos. Es un tema preocupante para que la nueva administración ponga mano dura y regrese la paz y la tranquilidad”, aseveró.
Dijo que hasta los turistas guatemaltecos que venían a dejar dinero a la ciudad ya no lo hacen semanalmente derivado de las extorsiones para poder ingresar en los cruces fronterizos, en donde se ha tiene conocimiento hay retenes de “la maña” y a cada turista le piden la cantidad de 800 pesos para dejarlos pasar a territorio chiapaneco, indicó.
“Por ponerte un ejemplo, anteriormente las ventas eran de un 100 % pero a raíz de las balaceras ha bajado hasta un 25%, afortunadamente soy dueño de mi negocio, pero para otros lo único que les espera es que terminen cerrando su empresa, las autoridades no hacen nada, las deudas siguen creciendo y es un problema constante” expresó.
Existen hasta los famosos “levantones”, casos donde a pesar que son reportados por ciudadanos al número de emergencias 911 nunca acude alguna autoridad. Un caso fue el que ocurrió el pasado 03 de octubre del presente año, donde vecinos observaron que un hombre de complexión robusta y tez morena, que vestía ropa norteña de color negro, iba corriendo por la Central Norte y la 39ª Poniente, perseguido por un motociclista con casco, hasta que la víctima no pudo más y fue sometido, mientras el secuestrador pidió apoyo a sus compinches quienes llegaron a un carro de color azul rey, lo golpearon para después subirlo y llevárselo en dirección a la zona Norte de Tapachula.
Una de las vecinas que fue testigo dijo que nunca llegó la patrulla, desde su ventana observó todo el movimiento, pero desgraciadamente no había forma de poder ayudar al hombre; mientras ella tuvo miedo de que su hogar fuera perforado por las balas, por lo que decidió mejor tirarse al suelo junto con sus familiares, hasta que no escuchó mayor ruido decidió salir, pero todo ya había pasado.
“Casi me vuelvo loca, entre en shock y me puse a llorar. Tenía miedo de que el tipo que venían persiguiendo se metiera a la casa, con lo que veo en las noticias de muertos aquí y allá ya no sé qué pensar. En realidad nos sentimos desprotegidos totalmente”, afirmó.
