Ramiro internó este miércoles a su padre en la clínica Covid. Su saturación estaba en 44, ya no podía respirar más. Andaba como pez fuera del agua.
No hubo más opción que llevarlo a la clínica Covid 19, donde de inmediato le colocaron una mascarilla y su saturación se fue a 98.
Otras cuatro personas aguardan afuera de la clínica Covid a la espera que dé mediodía, para recibir el reporte médico de sus seres queridos que intentan librar la batalla contra el letal virus.
“Mi papá lleva tres días internado, me han dicho que lo reportan como estable, pero esto en cualquier momento se complica, ahora lo tienen estable”, señaló Luis Enrique, quien se ha apostado en una silla a esperar noticias.
El panorama es complicado para la región. Los contagios siguen en aumento.
Este mismo miércoles el cuerpo de un hombre ha salido en un ataúd de madera clara, empujado por dos trabajadores de una funeraria privada en Tapachula.
Los dos sujetos ataviados en el traje de protección, han demorado cerca de una hora para subir el cuerpo a la carroza. Lo han hecho con entera parsimonia y cuidado, después han rociado el cajón con desinfectante y firmado unos papeles de salida del fallecido.
A paso cansino, se han marchado a un crematorio al norte de la localidad.
El hecho ha causado expectación entre vecinos del sector y los mismos familiares de internados, que con oraciones han pedido a sus padres, hermanos o hijos salgan avantes de esta situación.
El calvario para familias de la región ha vuelto, con un rebrote que muchos se niegan a aceptar.
Sólo la semana que concluyó, tres decesos se suscitaron en Tapachula.
Pese a que Tapachula este miércoles registró sólo un caso de contagio, también se suscitó el deceso de esta hombre de 73 años de edad con diabetes.
Las recomendaciones de las autoridades de Salud insisten en permanece en casa, utilizar cubrebocas en la calle y evitar a toda costa las aglomeraciones.