De acuerdo con la información reciente La secta Lev Tahor ha levantado polémica por su radicalismo antisionista, el rechazo a cualquier tecnología y por los estrictos códigos de conducta y vestimenta que impone sobre sus miembros.
En el mes de junio de 2017 llegaron al municipio de Unión Juárez en Chiapas, unas cuarenta familias que profesan la religión “Judía Ortodoxa”, se establecieron de manera temporal en este gélido lugar por casi 40 días para posterior continuar su viaje hacia la comunidad Santa Rosa de Guatemala Centroamérica donde decían poseer una finca de 300 hectáreas.
Pese a la zozobra que causaron en los pobladores, el rabino Uriel Goldman decidió hablar ante los medios de comunicación, dejó claro que llegaron de forma legal al país provenientes de la comunidad San Juan La Laguna del departamento de Sololá en Guatemala de donde fueron expulsados víctimas de xenofobia, intolerancia religiosa y discriminación por su aspecto y vestimenta.
En esa ocasión indicó en la entrevista realizada por Diario del Sur, que en el país chapín poseían una finca de 300 hectáreas, así como de la imprenta más grande de toda Centroamérica de dónde sacan la mayor parte de los recursos económicos para poder subsistir a los lugares que visitan, como el caso peculiar actualmente la también denominada Suiza chiapaneca.
Pese a su descripción de la vida austera, en los últimos días, han surgido varias acusaciones en torno al uso de formas extremas y violentas de control sobre sus miembros, incluyendo el uso de castigos corporales contra menores y el matrimonio forzoso de mujeres menores de edad con hombres mayores.
Hoy nuevamente se les ha visto en los municipios de Cacahoatán y Unión Juárez, parece que su retorno nuevamente está cerca. Sin embargo, ahora su peregrinar ha desatado mucho más polémica. Y es que se les ha asociado con diversos delitos que van desde trata de personas, violaciones, incesto, tortura y secuestro.
Lpoblación de Unión Juárez e incluso Cacahoatán que es municipio vecino se mantiene a la expectativa y zozobra por los hechos negativos que prenden los focos rojos, y que obligan a las autoridades tomar cartas en el asunto e investigar a fondo su posible regreso, porque en lo concerniente a los habitantes de estos lugares aseguran que no los dejaran ingresar.