Con la esperanza de que las negociaciones técnicas avancen sin contaminarse de temas políticos, las delegaciones de México, Estados Unidos y Canadá sostienen en esta ciudad y con estricto compromiso de secrecía, la segunda ronda de negociaciones para la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
De esta manera, en apego al acuerdo de confidencialidad que firmaron el pasado 24 de agosto, las delegaciones de los tres países socios sesionarán a puerta cerrada y hasta el próximo cinco de septiembre, en 25 mesas de trabajo para abordar temas como acceso a mercado de bienes, inversión, reglas de origen, facilitación comercial, medio ambiente, comercio digital, pequeñas y medianas empresas, transparencia y anticorrupción, entre otros.
En ese sentido, director del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales, Moisés Kalach, y quien encabeza la delegación de los empresarios mexicanos dentro del llamado “Cuarto de Junto”, confió en que las pláticas que sostienen las autoridades de los tres países avancen muy al margen de las presiones políticas que se han presentados en los últimos días.
“Del sector privado, nuestros objetivos son que la negociación camine, siga su curso, que la parte técnica siga avanzando, eso lo más importante de esta ronda; no hay eventos políticos en esta ronda a lo mejor los ministros darán un anuncio; pero hay que esperar el equipo técnico, el chiste es que avance el equipo técnico”, afirmó.
Las delegaciones acordaron cerrar las puertas de los salones de sesión, en lo que pareció un intento para dejar afuera las presiones políticas.
La terminación del TLCAN sería un “muy grande error” que podría desatar una “guerra comercial” en Norteamérica y afectar millones de empleos en Estados Unidos, advirtió hoy el presidente de Cargill, la mayor empresa privada de Estados Unidos, David MacLennan.
En coincidencia con el inicio de la segunda ronda de negociaciones del (TLCAN), MacLennan se declaró preocupado por la retorica negativa contra el acuerdo, aunque se dijo optimista de que el presidente Donald Trump terminará por valorar la importancia del acuerdo norteamericano.
“Destruir el acuerdo o despedazarlo, en nuestra opinión, sería un muy grande error”, dijo en entrevista con Notimex. Su mensaje: “Este es un buen acuerdo, somos vecinos, somos una de la zona más vibrantes de libre comercio en el mundo, así que mantengamos eso como nuestro principio guía”.
MacLennan sostuvo que Estados Unidos debe entender que sus socios comerciales son inteligentes y buscarán alternativas, un “Plan B” en caso que la administración decida salir del acuerdo.
“En la medida que México y Canadá busquen otros socios comerciales, que no sean los Estados Unidos, eso será perjudicial para la economía estadunidense, tanto en manufactura y agricultura, y para los empleos estadounidenses”,indicó.
Con base en Minneapolis (Minnesota) desde 1865, Cargill es la empresa privada más grande de Estados Unidos, con ingresos por más de 107.2 mil millones de dólares en los sectores agrícolas, alimentario, bebidas, acero, transporte y servicios financieros.
MacLennan consideró que la eventual terminación del TLCAN podría afectar hasta el 10 por ciento de los ingresos anuales de Cargill, y advirtió que el impacto sería mayor para los de 15 millones de empleos estadunidenses que dependen del acuerdo, además de que no se descartaría una guerra comercial.
“Creo que es probable (...) no sería la primera vez en la historia. Las guerras comerciales son una mala cosa, son malas para la economía global, son malas para la economía regional y son malas para los participantes de los sectores comerciales, específicamente los sectores agrícola y alimentario”, sostuvo.
Trump abrió la semana pasada la probabilidad de iniciar el proceso de terminación del TLCAN en medio de las negociaciones para su modernización. México respondió que no continuaría en la mesa bajo tal escenario.
A pesar de la retórica contra el TLCAN en su país, MacLennan dijo escoger la visión optimista de que Trump entiende la importancia no sólo económica sino política del acuerdo, y que tanto funcionarios cercanos a Trump como legisladores, presionarán por alcanzar un acuerdo de ganar-ganar-ganar.
Entre los funcionarios mencionó al secretario de Agricultura, Sonny Perdue, y entre los legisladores al senador republicano por Iowa, Chuck Grassley.
“En lo medular, (Trump) es un empresario y entiende el comercio y la economía, y entiende que el sector agrícola fue su partidario (en la campaña presidencial) y entiende los beneficios de los empleos que vienen del libre comercio”, enfatizó el empresario durante la entrevista.
Antes de la entrada en vigor del TLCAN, el comercio agrícola en Norteamérica ascendía a unos nueve mil millones de dólares, pero a raíz del acuerdo se ha cuadruplicado a unos 39 mil millones de dólares.
El titular del Consejo Consultivo de Negociaciones Internacionales del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Moisés Kalach, confió en que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) continúe su curso y, sobre todo, haya buenos resultados en la parte técnica.
“Eso es lo más importante de esta ronda”, argumentó después del arranque del segundo proceso de renegociación en un conocido hotel de la zona poniente de Ciudad de México.
Consideró que en esta etapa de negociación hay fortalezas y posturas positivas para dar respuesta a los temas en las 25 mesas de trabajo instaladas, .