MATAMOROS. Ayer a las 23:59 culminó la aplicación del Título 42, ordenamiento que permitía la expulsión inmediata de Estados Unidos de migrantes indocumentados bajo el pretexto de la emergencia sanitaria por Covid-19, y durante el día oleadas de extranjeros intentaron cruzar la frontera pero fueron frenados tanto por autoridades estadounidenses como por mexicanas.
En Matamoros, Tamaulipas, centenares de migrantes, principalmente de Venezuela, intentaron cruzar el Río Bravo, sin embargo, elementos de la Guardia Nacional y de los Rangers de Texas les impidieron el paso.
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Los extranjeros, muchos de ellos con niños en brazos, suplicaron que les permitieran pasar a territorio estadounidense para poder entregarse a las autoridades y aunque dejan entrar a algunas personas acompañadas de menores de edad, la mayoría fueron regresados a México.
Los cruces ilegales y las detenciones de migrantes durante los días previos al fin del Título 42 alcanzaron cifras récord. De acuerdo con el sindicato de trabajadores de la Patrulla Fronteriza, suman 10 mil cruces de indocumentados por día, mientras que funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, porsus siglas en inglés) declararon a Reuters que hay más de 28 mil migrantes en sus centros de detención, cifra superior a la capacidad de los mismos.
“No puedo sobreestimar la presión sobre nuestro personal y nuestras instalaciones. Pudimos ver instalaciones de la Patrulla Fronteriza muy concurridas”, dijo ayer en rueda de prensa el titular del Departamento de Seguridad Nacional de EU (DHS, por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas.
Insistió en que las fronteras de Estados Unidos no están abiertas y resaltó las cifras récord de detenciones y deportaciones de migrantes durante el presente año.
“Durante la primera mitad de este año fiscal hemos expulsado a más de 665 mil personas, estamos llevando a cabo docenas de vuelos de deportación cada semana y seguimos aumentándolos. Justo ayer trabajamos con el Gobierno de México para expulsar a cerca de mil venezolanos que no usaron las vías legales disponibles para entrar en EU”, dijo.
Sobre el tema, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en su conferencia mañanera de ayer que se hace todo lo posible y se coopera con Estados Unidos para evitar caos y violencia en la frontera común y que por decisión propia se enviaron más elementos de la Guardia Nacional.
“Nosotros tomamos la decisión”, dijo.
Pasado el mediodía de ayer, se incrementó la presencia de elementos de la Guardia Nacional, Ejército y del Instituto Nacional de Migración (INM) en los puntos de mayor concentración de migrantes, como Ciudad Juárez, Chihuahua; Matamoros, Tamaulipas, San Luis Río Colorado, Sonora, y Tijuana, Baja California.
En los puertos fronterizos de entrada a EU, la CBP redujo las operaciones de paso de automóviles reduciendo carriles en un intento para frenar cualquier posible cruce masivo de indocumentados. A la par, realizan simulacros de contención de masas.
En San Luis Río Colorado, pese a no tener un flujo migratorio tan numeroso como Matamoros o Juárez, el gobierno mexicano desplegó a elementos del Ejército a lo largo del muro fronterizo.
En Matamoros, son los elementos de la Guardia Nacional y del INM los que están en el borde del Río Bravo, tratando de disuadir a los indocumentados de no arriesgarse a cruzar la frontera.
“No arriesgues a tu hijo, los van a regresar”, le gritó un agente mexicano a un hombre que llevaba a su niño cargado.
La ciudad de Tijuana, que se preparaba para un arribo masivo de migrantes, pasó las horas previas al fin del Título 42 en calma, pues sólo unos centenares de extranjeros permanecen entre las vallas fronterizas de México y Estados Unidos a la espera de que autoridades de ese país los procese y los llevé a centros de detención.
Enrique Lucero Vazquez, titular de la Dirección Municipal de Atención al Migrante, mencionó que hay presencia de la Guardia Nacional en el muro fronterizo y la policía municipal sólo hace rondines para advertir a las personas migrantes que no compren alimentos a sobreprecio.
En Ciudad Juárez, sitio en el que la crisis migratoria es más aguda pues hay más de 35 mil indocumentados, la Patrulla Fronteriza de EU detuvo a centenares de personas que se concentraron en las puertas 40 y 42 de la valla fronteriza, entradas hacia El Paso, Texas.
Después de varios días en que los migrantes fueron agrupados por los agentes estadounidenses en dos numerosos grupos, los enviaron ayer en autobuses y camionetas hacia los centros de detención.
Tras el vencimiento del Título 42, seguirá en vigor el Título 8, la norma que históricamente ha regido la migración en Estados Unidos. Además, el Gobierno de Joe Biden anunció nuevas medidas que restringen el acceso al asilo. Las familias que sean atrapadas cruzando ilegalmente la frontera generalmente serán deportadas dentro de los 30 días si no pasan una evaluación.
“Nuestras fronteras no están abiertas”, reiteró el titular del DHS Mayorkas.
EU reiteró que los venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses que crucen ilegalmente después del fin del Título 42 seguirán siendo enviados de regreso a México, que aceptó recibir hasta 30 mil migrantes de esos países mensualmente.
Paralelamente, el Departamento de Seguridad Nacional lanzó una campaña publicitaria para persuadir a los migrantes latinoamericanos que huyen de sus países de que no entren en Estados Unidos.
“No hagas caso a lo que dicen los contrabandistas: infórmate sobre el sistema de inmigración de EU”, asegura un mensaje del DHS en su página de Twitter.
Este departamento de seguridad precisó que la campaña se llevará a cabo en países como Honduras, El Salvador, Guatemala, Ecuador y Colombia, y también se difundirán los mensajes a lo largo de la ruta migratoria y en las plataformas de redes sociales más populares entre los migrantes.
Sobre una fotografía de la patrulla fronteriza, está impresa la frase “las leyes migratorias de Estados Unidos siguen vigentes. Cruzar ilegalmente es un delito”. En otra instantánea de dos migrantes siendo subidos a un avión para ser deportados se lee, “cruzar ilegalmente es un delito: tiene consecuencias”.
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Estas consecuencias incluyen la deportación, una prohibición de reingreso al país por cinco años y el enjuiciamiento de infractores reincidentes, de acuerdo con las nuevas políticas migratorias publicadas el miércoles en EU.
||Con información de Guillermo Saucedo /Tribuna de San Luis, Adelina Pazos /El Sol de Tijuana, AFP y EFE.||
