SAO PAULO, Brasil. Miles de brasileños ocuparon las calles en decenas de ciudades del país para expresar su rechazo al Partido de los Trabajadores (PT) y a su candidato presidencial, Fernando Haddad, y ensalzar a su rival en la segunda vuelta de las elecciones, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Las manifestaciones, convocadas por el movimiento "Vem pra Rua" ("Ven a la calle") en 269 localidades, se produjeron a siete días de los comicios, para los que el capitán en la reserva del Ejército parte como favorito con un 60% en las intenciones de voto, según los últimos sondeos.
Los miles de simpatizantes de Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar (1964-1985), acudieron a las protestas bajo una misma premisa: "No al PT, para que Brasil no se convierta en una Venezuela", un discurso explotado por el propio candidato en su campaña.
En Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, se reunieron en la céntrica Avenida Paulista, vestidos con los colores verde y amarillo y con banderas de Brasil al grito de "mito", como es apodado Bolsonaro entre su militancia, y "fuera PT".
"Él no es corrupto. Brasil está cansado de esa corrupción, por eso estamos diciendo basta, fuera el PT", dijo Gisele Cardoso, de 36 años y profesión podóloga.
"Brasil no quiere más PT, no quiere más comunistas (...) Brasil quiere cambiar", dijo José Conceiçao Silva, un peluquero de 57 años.
En Río de Janeiro, la ciudad más emblemática del país, cerca de un millar de personas se concentraron en la orla de la turística playa de Copacabana y aclamaron igualmente al polémico candidato.
También hubo actos en otras capitales regionales como en Belo Horizonte, Salvador, Belém, Goiania y Manaus, así como en Brasilia, la capital del país.
Las movilizaciones de ayer fueron, en conjunto, mayores que las del sábado, cuando cientos de personas, en su mayoría mujeres, protestaron contra el ultraderechista en una treintena de ciudades.
En paralelo a las protestas, el Tribunal Superior Electoral (TSE), la Fiscalía y varios ministros del Gobierno volvieron a defender el sistema electrónico de urnas y garantizaron que cualquier sospecha de fraude será investigada.
A unos tres mil kilómetros de Río, Haddad, a quien los sondeos le atribuyen un 40% de los votos, completó su pequeña gira por la empobrecida región nordeste de Brasil, fortín histórico del PT, en la ciudad de Sao Luis, en el estado de Maranhao.
El exministro de Educación elevó el tono y dijo que Bolsonaro es un "jefe de milicia" y sus hijos son unos "matones".
El socialista reaccionó así a un vídeo que circuló ayer en redes sociales en el que aparece uno de los hijos del ultraderechista, Eduardo Bolsonaro, diciendo que basta con mandar "un soldado y un cabo" para "cerrar" la Corte Suprema.
El vídeo fue grabado en julio pasado durante una conferencia, pero solo fue repercutido hoy por los medios, generando la condena de, entre otros, el expresidente Fernando Henrique Cardoso, quien escribió en redes sociales que esas declaraciones "huelen a fascismo".